XVIII

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Quedar en ridículo era un miedo intermitente, algo que no podía darse el lujo de hacer cuando podía ser paciente y que todo saliera aún mejor de lo que imaginaba. Hoy era otro día, un nuevo día. El día anterior estaba más que seguro de que iba a hacer con sus sentimientos encontrados, pero hoy esa seguridad estaba tambaleante debido al surgimiento de nuevas ideas y nuevas oportunidades de que tal vez todo sea aún mejor.

Nuestro chico de cabellos desordenados estaba en su segunda clase, sentado junto a su buen compañero Alex; tenía varias preguntas que hacerle al chico hetero cromático. Un hecho gracioso de su amigo más bajo, era que siempre tenía la información que uno buscaba. Era curioso, pero no le sorprendía viendo la confianza que desprendía el muchacho.

—Lo único que diré, es que aveces el orden natural es una mierda. Tenía que intervenir o seguirán ignorándose. —Espetó con dureza el más bajo mientras se cruzaba de brazos.

—No fue malo del todo, pero quiero saber cómo se lo dijiste —Insistió esta vez Reborn.

—¡Es que te lo intento explicar! —Se alteró— Ni siquiera se lo dije, se me salió.

—¿Cómo coño se te sale algo así, tío? —preguntó intrigado.

—Bueno, lo que pasó fue…—Empezó a decir mientras se rascaba el antebrazo.

—¿Y esa cara que te traes qué?—Preguntó al castaño mientras lo veía guardar libros en el casillero.

—No, no es nada —Afirmó con la mirada en el interior del casillero.

—Sabes que quieres contarme. Habla. —Insistió. En contrario bufó y le dirigió la mirada. Quería mucho a Alex, era como su hermano menor, pero cuando se ponía de ese modo tenía que hablar o hablar, ya que seguiría insistiendo.

—Me siento ignorado ¿Ok? —Respondió con frustración— Solo me mira y luego ya no, y no dice nada. ¿Qué coño significa eso, tío! No me jodas. —Alex le miró por unos segundos y luego se encogió de hombros. Sabía exactamente lo que pasaba pero no era un chivato.

—¿Por qué no se lo preguntas a tu auronsito, eh? Y de paso vas y lo abrazas otra vez. —Tal vez no lo diría directamente, pero qué tal indirectamente.

—¿Auron? ¿Abraz-—Se detuvo. Meditó un poco y cayó—...¿Alexby puedo preguntar un par de cosas?—Bingo. La bomba estaba puesta. Luzu tenía una cara de seriedad tremenda y a él solo le quedaba actuar un poco.

—¿Qué quieres de mi, Luzu? Dime. No tendré problema en contestar—Afirmó cruzándose de brazos y reposándose en los casilleros.

—¿Tú sabes cosas, verdad? —Esperó por la respuesta.

—Sé cosas si. Por ejemplo sé sobre la relación secreta de Lolito y Mangel. —Se enalteció hasta que se dió cuenta de lo que había dicho—Si olvidas lo que dije te pago.

—Págame con información…mi queridísimo compañero Alexbitas—Comentó esta vez en un tono cantarín.

—¿Y qué información quieres? Sólo sé que Reborn te vio cuando estabas agustisímo abrazando a Auron—Le restó importancia. Se vio como el contrario se sumía en un profundo pozo sin salida—Vamos a clase, luego le hablas tú. Y-y no le digas a Lolito que te dije sobre bueno, ya sabes. Es que son cosas de ellos y es probable que me maten.

—De algún modo entiendo que le haya dolido que tú también lo ignoraras—Hizo comillas con las manos en la última palabra—Al fin había encontrado compañía.

El Chico Del Skate [Luzuborn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora