Las vistas. Hay muchos tipos hermosos de vistas; las vistas al mar, las vistas a las grandes ciudades, las vistas a los más hermosos atardeceres y demás. Pero habían vistas mejores que esas, las vistas de Samuel De Luque. Su ventana que daba a la ventana de casa de enfrente, reflejaba la vista a la habitación de cierta chica rubia polaca. Las cortinas estaban abiertas casi todo el tiempo, lo que permitían que algunas veces por casualidad viera como ella bailara con felicidad y simplemente se acostara a ver el móvil. Ella sabía que él aveces se quedaba mirándola, bajo las palabras de "No puedes culparme por mirar lo hermosa que te ves haciendo cosas simples como ponerte a estudiar, o las veces que haces bailecitos raros cuando estás feliz."
¿Cómo podía decir y hacer eso sí no estaba enamorado de ella? Ahí rodeaba el problema, él decía no estar enamorado. Pero...siempre hay un pero.
—¿Entonces tu plan es causarle un shock para que recuerde de repente? —Indagó curiosa mientras a lo lejos lo veía asentir.
—Exactamente. —Confirmó por la llamada.
—Es muy tonto hasta para tí, ¿Qué tal si lo haces enojar? —La cara preocupada y confundida de la rubia se veía desde su ventana.
—Pues es eso o tener a este Willy falso hasta que su cerebro decida liberar sus recuerdos. —Soltó aire por la boca con frustración— ¿Tú qué harías en mi lugar?
—Haría las cosas con más tacto, ¿No crees que serás muy duro con él? —Aveces le sorprendía lo empática que la polaca podía ser.
—Puedo lidiar con un enojo de Willy. Él sabría que no lo hubiera hecho si no fuera necesario.—Explicó—. Lo que me preocupa es que no funcione.
—Seguro te irá bien, la mayoría del tiempo tienes razón. —Comentó haciéndolo reír por lo bajo.
—Que raro tú dándome la razón. —Le sonrió confundido.
—Que te lleve siempre la contraria no significa que no piense que tengas razón. —Rió y negó con la cabeza— La verdad solo lo hago porque enojado te ves gracioso.
—Si, si. Muy chistosita. —Bromeó—¿No deberías estar dormida?—Al decir aquello, el teatro de la chica a lo lejos cayó en preocupación.
—Hace un buen rato. —Observó como se volteaba y se adentraba a su habitación. Cerró las cortinas y ya no pudo verla más—, pero me dijiste que necesitabas hablar.
—Pudiste decir que no. —Se metió él también a su recámara y cerró las puertas del balcón junto con las cortinas.
—Eres mi amigo, y parte de ser amigos es estar cuando me necesites. —Dijo en un tono suave. Amigos, pensó el ojimorado. Esa palabra antes no se sentía tan pesada en su relación con la rubia.
—Gracias, Akira. —Se permitió sonreír como tonto ahora que ella no lo veía—Venga, ya puedes irte a dormir si quieres.
—Duérmete tu también, es una orden. —Bromeó.
—Y como siempre, sus deseos son órdenes. —Aceptó de manera algo sarcástica.
—Descansa, Samuel. —Despidió tiernamente—Oh, y recuerda que mañana es miércoles.
—¡Ah, sí! Sobre eso...—Rió nervioso—Mañana saldré con los chicos. Espero no le moleste a su majestad el hecho de que no pueda asistir a nuestra reunión privada como cada miércoles a las nueve treinta. —Oyó como suspiraba al otro lado de la línea.
—Mis padres se van todo el fin de semana a un viaje de trabajo, y vas a tener que aguantarme los dos días enteros por esto eh, Samuel. —Advirtió.
ESTÁS LEYENDO
El Chico Del Skate [Luzuborn]
FanfictionReborn es el chico nuevo en la pequeña villa de Karmaland, un citadino frustrado por la presión de las calles de los santos se muda a los suburbios, donde todo era tranquilo, hasta que vio los ojos azules que lo dejaron embelesado, los aveces alegre...