XXXVI

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Era por la tarde. Habían salido del instituto, y ya estaban preparándose para la fiesta de esta noche. Ayer mismo Reborn le había dicho a Momon que junto con sus compañeros le habían planeado una fiesta de despedida, y el de cabellos plateados se puso muy feliz al escuchar eso y se llenó de ilusión. El reloj de la pared marcaba las cinco cuarenta, la fiesta era en veinte minutos y Luzu los pasaría buscando quince minutos antes ya que la casa de Alex quedaba por las colinas, lo que lo hacía un recorrido más o menos largo. Se puso una sudadera azul índigo con una camiseta por dentro y unos jeans, junto con botas negras, los guantes y los visores. Hacía frío esa noche y era mejor andar abrigado.

Bajó cuando ya estuvo listo a la sala y ahí estaba Momon sentado en un mueble con la vista fija en el celular; cargaba una camiseta blanca con tres cuadros rellenos con escenas en negro de lo que parecía ser anime, una chaqueta negra, pantalones negros con una cadena, tenis blancos con rojo y una gorra roja. Tenía que admitir que Momon tenía muy buen estilo. Iba a hablar pero justo el claxon del auto de Luzu tocó fuera de la casa haciéndolo sobresaltar.

—¡Reb- —Detuvo el grito de llamada al ver que estaba a un lado de él— Ah, aquí estás. Ya llegó tu novio el emo, vámonos.

Rió por lo bajo e hizo caso a su mejor amigo. Abrió la puerta y efectivamente ahí estaba el coche de Luzu aparcado en la acera. Salieron y cerró la puerta para después ir hasta la puerta del copiloto y abrirla, encontrándose con la tierna mirada azul que tanto le gustaba. Los dos se metieron al auto y cerraron las puertas.

—¡Momon, compañero! ¿Cómo estás? —Saludó tan radiante y amable como siempre.

—Estoy bien, Luzu. Ansioso por la fiesta, vamos. —Su contestación hizo reír al castaño.

—Hola, Skater guapo. ¿Tú cómo estás? —El contrarío le sonrió y se acercó para darle un corto beso.

—Estoy más que bien, mi niño bonito. —Hizo sonrojar ligeramente al ojiazul además de hacerlo sonreír.

—Sin comer pan frente a los pobres, por favor. —Rió en la parte de atrás el de cabellos plateados, haciendo sonrojar de sobremanera a los dos novios.

—Vamos ya a la fiesta. —Rió por lo bajo y arrancó el coche.

El viaje fue de unos veinte minutos en los que pasaban muchas áreas verdes y subían una gran montaña. Luzu explicó que Alex vivía en una zona apartada en un terreno en la cima de la colina, similar al terreno en el que él vivía que era en una montaña diferente. Llegaron después de subir y ver hermosas áreas verdes hasta el tope y a lo corto se divisaba un portón negro para poder entrar a la residencia, este tenía una caseta a un lado en donde estaba un señor, que al ver el coche activó el portón eléctrico dando paso a la grande y hermosa casa de Alex. Consistía en una casa muy larga y grande de color blanco con vigas negras, tenía un hermoso jardín y las vistas eran magníficas desde allí. No sabía en qué trabajaban los padres de Alex, pero sí que ganaban bien.

Aparcaron a un lado del coche nuevo de Willy que era exactamente igual al anterior por alguna razón, y se bajaron para empezar a caminar hasta la puerta de entrada. El castaño con seguridad tocó el timbre y a los pocos segundos un feliz y enérgico Alex les abrió.

—¡Pero bueno! Creí que llegarían más tarde. Pasen pasen, que Vegetta, Willy, Rubius y Fargan llegaron hace nada. —Se apartó de la puerta y los dejó pasar a todos para después cerrar.

—¡Hombre! —Saludó el de boina verde— Luzuman, Reborn, y...tú debes ser Momon, ¿O me equivoco?

—Momon, sí. —Se presentó con el albino nuevamente— ¿Estás seguro de que tu cabello es real?

El Chico Del Skate [Luzuborn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora