XXXI

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—¿Quieres quedarte hasta que anuncien el ganador del show? —Cuestionó al ver que el castaño se lo veía algo perdido. No quedaban muchos actos, pero aún así atinó a preguntar.

—Yo… —Suspiró—, solo quiero saber si Willy está bien. Me preocupa que no me haya contestado las llamadas, es todo.

Estaban aún en las canchas del instituto, sentados en las gradas para ser exactos. Hace cuarenta minutos se había ido Willy y hace unos diez Rubius y Nieves igual, eso hacía que estuvieran Reborn y Luzu solos en las gradas viendo lo que quedaba del show. Los dos estaban preocupados por el ojiverde que no contestaba las llamadas ni mensajes, hasta que como si fuera planeado, una notificación entró al móvil de ambos. El castaño vio de inmediato de qué se trataba.

Vegettoide: Willy está en el hospital, tuvo un accidente y se ve grave. Vengan, por favor.
Enviado a las 8:46 pm.

Su corazón se detuvo por un segundo y su vista comenzó a fallar. Tecleó algunas cosas.

You: Reborn y yo vamos para allá.
Recibido a las 8:46 pm.

Alexbitas: Saliendo.
Enviado a las 8:46 pm.

Auron: Ya he prendido la moto.
Enviado a las 8:46 pm.

Lolits: Mangel y yo vamos enseguida.
Enviado a las 8:46 pm.

—¿Luzu? —Preguntó desesperado mirando como el mencionado perdía el aliento. Veía como se ponía pálido y las manos le temblaban— Luzu, Luzu. ¿Qué tienes? Háblame, por favor.

—Hay que irnos...ahora. —Ordenó en un hilo de voz y le tomó la mano a Reborn para comenzar a caminar gradas abajo.

Confundido y asustado, Reborn solo seguía a Luzu sin preguntar ni rechistar. No comprendía lo que sucedía, pero en ese momento solo esperaba que todo estuviera bien, aunque no fuese así. En menos de dos minutos ya estaban frente al coche del ojiazul, pero antes de entrar Luzu se paró frente a él y lo miró por algunos segundos en silencio. Pasó la mano por el rostro ajeno, un rostro preocupado y angustiado. De verdad deseaba saber qué sucedía.

—Necesito que conduzcas tú. —Soltó de repente con la mirada clavada en la de el de cabellos desordenados. Suspiró— Yo no puedo hacerlo, no ahora.

—Niño bonito, ¿está todo en orden? —Le dió ojos de compasión y le tomó ambas manos— Me estás preocupando mucho, Luzu. —Su tono de voz fue tan suave que ni siquiera pudo creerlo.

—Willy está en el hospital. —Le dijo al fin. Los ojos de Reborn se abrieron con preocupación y miedo. Ahora lo entendía.

—Dame las llaves. —Ordenó al más bajo y luego de eso todo fue en piloto automático.

La angustia se apoderó de su cuerpo, de el de ambos. Era verdad que dejar ir solo a Willy en el estado que estaba fue irresponsable, pero nadie se imagina que cosas como esas pudieran pasar. Los accidentes ocurren, eso todos lo saben, pero la mayoría de las veces se refieren a un plato roto o a una mancha en una alfombra, no a la vida de un amigo en juego. Todos en el grupo avisaron que iban directamente al hospital de la villa, ahí ya se encontraban Vegetta y Fargan, quienes fueron los primeros avisados. Los demás iban en camino, con manos temblorosas y miedo.

Llegaron al hospital en poco tiempo, aparcaron, se bajaron y fueron casi corriendo a la sala de emergencias. Se encontraron con el ojimorado, el de mecha y el de gorra de oso a primera vista. Caminaron a paso tembloroso hasta ellos y se sentaron, se los veía más que angustiados.

—¿Dónde está? ¿Qué sucedió? —Habló Luzu antes de sentarse por completo.

Vegetta les contestó elocuentemente a las preguntas, y después vino más preocupación y algo de llanto.  El castaño no dijo nada, pero se pudo ver como una lágrima salió de sus brillantes ojos. El skater trató de consolarlo, lo abrazó y le repitió que todo estaría bien. Se pasó las manos por la cara tratando de cubrirla, ahora solo quedaba esperar que los demás vinieran o que les dieran más noticias. A los pocos minutos llegaron los demás. 

El Chico Del Skate [Luzuborn] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora