El color rojo de aquella melena se hizo presente en la sala.
- Muy fácil, por el simple hecho de ser de la misma especie de demonios, osea Yokos. - habló mientras se acercaba hasta mí - ¿Cómo estás?
- B...bien - dije algo dudosa tras su respuesta - Pero...aunque seamos Yokos, tú no deberías de ver lo mismo que yo. Me refiero a que este supuesto demonio manipula los recuerdos...no puede manipular un recuerdo que no tienes.
Todo esto me estaba generando cada vez más y más preguntas, pero, de repente, se vieron resueltas en un segundo.
- Eso no importa, no todos los poderes están perfeccionados. Nuestras mentes se conectaron en el mismo lugar y por eso yo pude ver lo mismo que tú...aunque el recuerdo fuera solo tuyo.
- Ah...entiendo. - respondí finalmente antes de darle más vueltas.
Tras esta mini aclaración, se creó un silencio raro en la sala.
- Vamos a comer - dijo Yusuke animadamente para sacarnos a todos de aquella situación.
- Sí, tengo mucha hambre - esta vez fue Keiko la que le siguió hasta salir a la cocina.
Poco a poco, todos fueron saliendo del lugar y los escuché cómo preparaban la mesa, sacaban y preparaban algunos platillos, entre otras cosas.
Yo me quedé allí, en silencio escuchando todo a mi alrededor pero sin prestarle mucha atención.
- ¿Vienes? - preguntó Kurama sacándome de mis pensamientos.
Arrugué un poco la nariz y negué causando algo de sorpresa a este.
- No tengo apetito - respondí a la vez que salía de la cama.
- ¿Qué vas a hacer? - preguntó
- Solo saldré a andar...necesito despejar la mente.
- Te acompaño - dijo este, pero volví a negar.
- Prefiero estar sola - solté en un suspiro.
- Entiendo...bueno, lo que necesites, avísanos con lo que sea y allí estaremos.
- Claro - respondí a la vez que intenté hacer una pequeña sonrisa a duras penas.
******
Minutos después me despedí de todos y salí del hotel hacia el paseo que hay en el bosque, pues no quería adentrarme en este y terminar en algún tipo de pelea con cualquier maleante que por allí me encontrara. Solo necesitaba paz.
Paseé por el camino de piedras que estaba decorado con bonitas farolas y algún banco. Este paseo llega hasta el mar donde hay un mirador muy bonito, o eso me han dicho las chicas que han caminado por aquí en varias ocasiones.
Escuché el murmullo de algunas familias que daban un tranquilo paseo, los pájaros se amontonaban alrededor de los bancos donde habían señoras que les echaban migas de pan, la brisa era agradable...todo era perfecto y me ayudaba a despejarme.
- Señorita, señorita - noté un tirón de mi pantalón.
Al bajar la mirada me encontré con un niño pequeño, tal vez tendría unos dos años de edad.
- ¿Qué ocurre? - le pregunté a la vez que me agachaba para estar a su altura.
- No...no se...mi mamá - empezó a decir mientras las lágrimas se amontonaban en sus ojos.
- Tranquilo, vamos a buscarla, ¿vale? Ya verás como la encontramos - le animé a la vez que le pasaba la mano por el pelo para calmarle.
Esa situación es realmente angustiosa...viví eso de la peor manera, y aunque solo se haya separado de su mamá en el parque, sigue siendo desgarrador para un niño pequeño.
¡Hasta aquí el capítulo de hoy!Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
Mil gracias por el apoyo~
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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.
EDITORIAL: Ediciones Arcanas.
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El chico del cabello rojo - Kurama hermano perdido | ✔️ TERMINADA
FanfictionKurama guarda un secreto. Lyna Guarda otro secreto. ¿Y si Kurama te oculta la verdad? ¿Y si todo es falso? ¿Y si tu especie en realidad....no existe? *Los personajes no son mios, todos los derechos son de su autor. ¡Muchas gracias por leer y coment...