Capítulo 31

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Una vez más, me retiré del lugar. Entre la espesura de los árboles, encontré un lugar tranquilo y aislado donde podía reflexionar.

Mientras caminaba entre la penumbra del bosque, una figura conocida emergió de entre los árboles. Koto, una amiga con la que compartí experiencias difíciles en el pasado cuando ambas estábamos esclavizadas, apareció con una sonrisa cálida en el rostro.

Aquello me puso la piel de gallina.

No podía ser.

Koto...era ella, no había visto mal.

- Lyna, ¡qué alegría verte! - exclamó Koto, extendiendo los brazos en un gesto de amistad sincera.

Mi expresión, sin embargo, se volvió más reservada. Aunque me alegraba de ver a mi antigua amiga, sabía que la conexión entre nosotras podía poner a Koto en peligro. Con seriedad en mis ojos, advertí a Koto de mantener las distancias.

- Koto, es bueno verte también, pero no deberíamos ser vistas juntas. Hay cosas que podrían hacer daño si nos relacionan - dije con una mezcla de preocupación y determinación.

Koto, comprendiendo la situación, asintió con pesar. Ella sabe perfectamente lo que soy y el gran daño que podría ocasionarle que la relacionen conmigo.

Estar separadas era lo mejor para ambas.

Aunque doliera.

Asentí con agradecimiento, pero la sombra del pasado pesaba en mis hombros. Juntas, caminamos por el bosque, compartiendo brevemente el reencuentro pero manteniendo la distancia por el bienestar de ambas. La escena quedó impregnada de la complejidad de sus historias pasadas y de la necesidad que tengo de proteger a aquellos a quienes consideraba importantes en su vida.

- No hablaremos más – sentencié antes de separar nuestros caminos – Tú no me conoces y yo no te conozco, ¿vale?

Koto no estaba convencida, pero aun así aceptó.

- Esta bien, espero que esto cambie en algún momento.

- A mi también me gustaría, pero no creo que sea posible...ya sabes lo que soy.

- Eres una persona increíble, Lyna. Da igual que seas yoko, arpía, sabueso, hada...da igual la raza.

Yo sonreí y le acaricié la cabeza.

- Sería genial que las razas no importaran.

Prometimos que ambas haríamos como que no nos conocíamos la una a la otra para protegernos, ya después del torneo veremos qué hacer.

Por ahora, era lo mejor.

El día siguiente, regresé al estadio para participar en mi próximo combate del torneo. Al llegar, noté de inmediato la atmósfera cargada y preocupante que envolvía el lugar. Al acercarme, vi a todas las personas con las que prefería mantener distancia.

Kuwabara, visiblemente herido yacía inconsciente, sus heridas evidentes para todos los presentes. A pesar de mis deseos de evitar el contacto cercano con mis compañeros, la preocupación por la condición de Kuwabara superó mi deseo de distancia.

Con pasos cautelosos, me acerqué al grupo.

- ¿Qué ha pasado? ¿Está bien? pregunté, dirigiendo mi mirada hacia los demás, pero la respuesta no llegó de inmediato. La preocupación en mis ojos reflejaba el deseo genuino de asegurarse de que mi compañero estuviera a salvo.

Ante el silencio de mis amigos, insistí, mi tono reveló una mezcla de ansiedad y cuidado.

- Necesito saber qué pasó. Incluso si no estamos en los mejores términos.

- ¿Ahora quieres hablar? – dijo Yusuke molesto.

Por ahí no...por ahí es mejor que no vaya.

Kuwabara permanecía inconsciente, su condición desconocida para mí, quien, a pesar de mis propios conflictos internos, buscaba respuestas y deseaba la seguridad de mis amigos. La escena estaba marcada por la tensión y la preocupación compartida, evidenciando la complejidad de las relaciones en medio de situaciones difíciles.


¡Hasta
aquí el capítulo de hoy!

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

Mil gracias por el apoyo~

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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♡¡Hasta pronto!♡

El chico del cabello rojo - Kurama hermano perdido | ✔️ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora