El chico del cabello rojo - Kurama hermano perdido | ✔️ TERMINADA

Capítulo 9 - Todo bien

Ya habian pasado cuatro dias desde que me desperté.

Conseguí hablar con Kurama y dejarlo todo bien y claro.

Todo estaba perfectamente entre nosotros, simplemente fue un accidente y, al final, no ha pasado nada grave. Solo fue un susto.

A pesar de querer ir a entrenar, ninguno me dejaba hacerlo.

- Pero, ¿por que no? - dije una vez mas levantándome de la cama

- Porque no estás bien - dijo Yukina con los brazos cruzados

- Si lo estoy, mira - me levanté de nuevo e hice unos movimientos tales como el pino con un dedo o una voltereta al aire.

Ya que nos exhibimos, lo dejamos bonito (XD).

Aun realmente, al hacer la voltereta, me hice daño, pero lo disimulé.

- Lyna.... - dijo Botan - se ha notado

- ¿Notado? - no entendí a que se referia en ese momento

Entonces se acercó a mi y me tocó con el dedo en el lateral donde me habia hecho un poco de daño hace unos segundos, en la voltereta.

- Ah! - me quejé de dolor mientras daba un paso hacia detrás.

- ¿Ves? - respondió Botan con mirada asesina.

- ¡¡Lyna!! - ahi llegaba la hermana de Kuwabara - ¡¡TUMBATE EN LA CAMA!! - geitó mientras me cogia de la oreja

- ¡Ay, ay, ay! ¡Vale, vale! ¡Perdon!

Y refunfuñando, acabé tumbada dentro de la cama una vez mas.

- Pues nada, me quedare aqui aburrida....triste.....soooola....esperando el dia de mi muerte - dije dramatizando mientras me hacia la muerta

- Si si, ¡que alguien le de un Óscar! - se burlaba Botan

- Descansa y pronto podrás irte a entrenar - decia Yukina

- Habeis dicho lo mismo miles de veces desde que desperté - me crucé de brazos

- ¡Pero es que no paras!

- Porque me aburro! - respondí estirando los brazos

- Tu solo quedate ahi - dijeron mientras salian de la habitación

- No tengo mas opciones - las miré amenazantes haciendo que ellas rieran.

Salieron y me quedé de nuevo alli.

Para colmo de todo esto, no tenia a Puu, ya que estaba con los chicos entrenando y divirtiendose.

Suspiré.

Escuché como las chicas salieron del apartamento.
Probablemente de compras o simplemente por gusto.

¿Y dejaban a la enferma aqui? ¡Que irresponsables! ¡Y que injusto!

En realidad no me molestaba, yo estaba bien asi que ya pueden dejarme sola. Además, llevan desde que ocurrió aquel accidente pendientes de mi, suficiente han hecho ya.

Aunque....yo no soy un angelito....y la ventana está abierta....
Podria aprovechar para salir unos segunditos.

Solo para tomar el aire, algo asi como una terapia psicológica.

Realmente necesitaba salir de aquella habitación.

Asi que sin pensarmelo dos veces, y antes de que entrara cargo de conciencia, salí.

Iba de árbol en árbol saltando con un poco de velocidad. Tampoco estaba en condiciones de darlo todi.
Notaba el aire fresco golpear mis mejillas llenándome de vida.
Me sentia tan libre que iba a explotar de la felicidad.

Pero, por un momento, algo me abrumó haciéndome caer en el suelo.

Me quedé encogida esperando a que ese malestar y dolor se calmaran pronto.

No sabia de donde venia ni que podia ser. Aparentemente estaba muy bien, solo las heridas más grandes, que eran dos, eras las que mas me molestaban. Pero estas ya estaban cicatrizando.

Tras unos segundos, minutos....¿horas?, no lo sé, pero ese momento fué tan horrible que hasta diria que habian pasado dias, conseguí reponerme y, aparentemente, todo estaba como si no hubiera pasado nada.

Me fuí a mi lugar. Aquel al que fui el dia que entrené con Hiei y vinieron aquellos malnacidos a por mi, después de que este primero me rescatara.

Me senté allí mirando el paisaje.

Wow, era bastante bonito. Hasta el momento no me habia parado a pensarlo, pero el color verde rebosaba entre las maravillosas y distintas arquitecturas del mundo demoníaco. Cada una diferente de la otra, llena de personalidad. Y lo mas llamativo de todo era que, a pesar de ser todos los edificios diferentes y con distintos colores, todos estaban en perfecta armonia uniéndose como si fueran uno solo.

- ¿Ya te escapaste?

Aquella voz hizo que saltara del susto.

- Bueno....verás.....Kurama.... - intenté explicarme

El me hizo un gesto con la mano con el que supe que no necesitaba explicaciones y, ademas, que entendía que me hubiera escapado.

- Realmente necesitaba salir - suspiré - aquellas cuatro paredes estaban empezando a darme claustrofobia.

- Lo se - dijo sonriendo mientras se sentaba a mi lado - ¿Te encuentras bien?

Yo asentí.

- Por el momento todo está genial, lo unico que me molestan son las dos heridas mas grandes, pero por suerte ya están cicatrizando - sonreí
No iba a contarle lo que sucedió hace unos minutos ya que no lo veia necesario.

- Ya veo.

- Kurama

- ¿Si?

- ¿Tu estás bien?

Aunque ya hubieramos hablado del tema, sabia que no se encontraba bien, a penas a aparecido por la habitación desde que desperté cuando, según Hiei, se la pasaba allí dentro.

- Si - dijo tras un rato de silencio.

- Ya veo.... aun asi, y aunque nos conozcamos desde hace no mucho tiempo, quiero que sepas que puedes contarme lo que sea, somos yokos no? Entre yokos nos entendemos - le dediqué una dulce sonrisa mientras le miraba - tu no quisiste hacerlo, fie un estupido accidente que ahora podemos contarlo como una anécdota mas, de verdad, yo estoy completamente bien, y necesito que tu también lo estés. Piensalo como si fuera un entrenamiento extremo. Quiero decir, cada vez que entrenamos, nos solemos herir - hice una pausa - sobretodo con Hiei....ese chico no te deja ni respirar - respondí con cara graciosa causandole gracia al Yoko - simolemente fue eso, un entrenamiento donde salimos heridos.

- Bueno, pensandolo asi, tienes razon - dijo suspirando - si, va siendo hora de que se quede atrás.

- ¡Si! - respondí feliz de saber que el Yoko al fin estaria bien.

Nos levantamos para caminar hasta el apartamento.

- Kurama - le llamé haciendo que se girara hacia mi.

Entonces me acerqué rapidamente hasta el y le abracé. Le abracé con ternura y cariño.

A el le pilló por sorpresa, pero luego me correspondió uniendo sus manos en mi espalda.

Aquel momento creó un recuerdo feliz para toda nuestra vida.

Pero ninguno sabiamos que todo se iba a complicar....

Nadie.