Capítulo 36

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La desesperación se apodera de mí, y en un último acto de resistencia, intento zafarme de su agarre. Pero el jefe parece prever cada movimiento, y sus dedos se aferran con más fuerza. Estoy atrapada, tanto física como emocionalmente, en esta pesadilla pública.

Las lágrimas amenazan con caer, pero las contengo. No puedo permitir que la multitud vea mi vulnerabilidad.

Otra imagen cambió, mostrándome un poco más mayor...tal vez diecisiete años o dieciocho en el mundo demoníaco. Aquí si estaba fuera de mi...los huesos se me marcaban por todos lados. Mi largo pelo blanco estaba destrozado y sucio, mi mirada era inexistente...estaba muerta en vida.

Ver aquello me hacía recordar y eso creaba una sensación en mi como si se tratara de una corriente eléctrica. La gente empezó a gritar histérica.

Un torbellino de emociones incontrolables sacude mi ser mientras la humillación y la rabia se entrelazan, desencadenando un vendaval de energía incontrolable en mi interior. Siento una fuerza primordial despertar en lo más profundo de mi ser, como si las manos que tenía por cadenas que me ataban se deshicieran en un estallido de furia y libertad. Mi respiración se vuelve frenética, y una luz deslumbrante me envuelve, ocultando mi forma humana tras su resplandor.

La transformación comienza, y mi cuerpo se contorsiona con una mezcla de dolor y liberación. Mi piel se vuelve resplandeciente, y mi ropa rasgada se convierte en un vestido blanco que ondea al ritmo de una fuerza desconocida. Mi cabello, ahora más largo, casi por el suelo, fluye como una cascada de plata, y orejas puntiagudas emergen con gracia de entre mis mechones.

Mis ojos, ahora intensamente dorados, brillan con una luz feral mientras mi transformación se completa. Las facciones de un zorro blanco se imponen, y la magnificencia de un yoko, mitad humana, mitad criatura mística, se revela al mundo. Una aurora de poder y caos danza a mi alrededor, manifestándose en cada centella que emana de mi nueva forma.

La multitud, que antes murmuraba y se burlaba, cae en un silencio atónito al presenciar mi metamorfosis. El estadio se ilumina con la intensidad de mi energía liberada, y las pantallas parpadean mientras capturan la majestuosidad de mi transformación.

La furia que arde en mis ojos refleja la tormenta interna que me consume. Ahora, un ser de la mitología, de belleza y ferocidad combinadas, me encuentro en el centro del escenario. Mi cola, blanca y esponjosa, se agita con agilidad a medida que me vuelvo consciente de mi nueva forma.

La voz gutural de un yoko resuena, una mezcla de rugido y susurro, mientras doy un paso adelante. Las cadenas de la humillación se desvanecen como humo en el viento, y en su lugar surge una determinación imparable. Estoy lista para enfrentar lo que sea que venga, liberada y empoderada por la furia ancestral de un yoko que ahora habita en mi interior.


¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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El chico del cabello rojo - Kurama hermano perdido | ✔️ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora