LXII

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… Ciel, se que todo lo que dijiste allá arriba fue una mentira y te creo, pero hay algo que necesito que me confirmes nuevamente. -
-De acuerdo, ¿Qué pasa? -
-Es sobre ti… Ciel tú… ¿Estás embarazado?...

-Y-yo… Yo creo que debería ir a explorar un poco en lo que te repones. - besa al azabache siendo esto apenas un leve roce. -Prometo no tardar. -
-Ciel… Solo responde por favor. -
-Es que… - gateando se aleja un poco del azabache. -Lo lamento. -
-Ciel… - como puede se desplaza hasta donde el menor. -No tengas miedo. - besa la frente del príncipe.
-Sé que íbamos a esperar, pero cuando hicimos ese acuerdo yo ya… Yo ya estaba esperándolo…  De verdad lo lamento, no quería darte más para agobiarte, ya tenías suficientes problemas con esa cosa como para darte uno más. -
-¿Desde cuándo lo sabes?- pregunta con un tono de voz tranquilo haciendo que el menor se ponga más nervioso.
-Desde la noche en que nos reconciliamos. -
-¿Tanto tiempo lidiaste tú solo con el embarazo? -
-No fue tanto… Hiciste un hijo muy considerado, no ha dado ni un solo problema. -
-¿Náuseas o esas cosas? -
-No tantas en realidad. - sonríe. -Aunque me ha dado cosas buenas. -
-¿En serio? -
-Sí, pero no es momento de decirlo. -
-¿Sabes cuánto tienes? -
-Según mis cuentas, un poco más de 2 meses, aunque no estoy seguro de que sea 100%  exacto. -
-Está bien, no te preocupes. - besa la frente del menor. -Tenemos que buscar la forma de salir de aquí. -
-Llevas mucho tiempo besando mi cara, pero no te has acercado a mis labios.- habla con un ligero puchero.
-Me gusta cada parte de ti. Quiero aprovechar para besar cada milímetro de tu ser. Me encantaría hacerlo justo ahora, pero hasta yo se que este no es el momento. Si beso tus labios justo ahora, tal como lo deseo, no creo poder detenerme. -
-Seré paciente entonces. - sonríe antes de levantarse y luego estirar su mano para ayudar al militar. -No pongas esa cara, no puedes levantarte así que como esposo voy a apoyarte. Tal como dije en mis votos. -
-De acuerdo. - toma la mano del príncipe y se levanta.
-¿En qué piensas?- observa al azabache.
-En qué más puedo hacer para vencerlo y también para salir de aquí. -
-Cierra los ojos un momento. - el azabache obedece. -Capitán Michaelis, has estado por algo de tiempo con él, compartiendo un cuerpo y no dudo que también muchos pensamientos. Dijo que tu resultaba alguien muy útil para él, creí que sólo era el físico, pero no. En realidad siempre se refirió a lo que sabes. Ahora necesito que me digas lo que sabes sobre él. - toma ambas manos para darle seguridad al mayor.
-El ciclo termina. - habla después de un par de minutos. -El tiempo de Aurora ha terminado, pero no su pueblo. -
-¿Qué más? -
-Es un enviado de los dioses auroritas, este pueblo se contaminó y es hora de terminar con esta tierra, sin embargo va a perdonar a la gente que aún vive, tan sólo necesitan un nuevo hogar. - abre sus ojos dejando a la vista aquel tono rosado nuevamente. -¿Sorprendido de verme Alteza? -
-¿Q-que haces aquí? -
-Oh vamos Majestad, son humanos especiales, pero como lo dije antes, solamente humanos, ¿Crees que habrían sobrevivido a aquel salto sino los hubiera protegido? -
-Pero tú… Allá arriba…  No puedes estar solo aquí. -
-Soy un enviado de los dioses, mientras su voluntad sea que este lugar sea destruido. -
-¡Jugabas conmigo! - grita al borde de las lágrimas al saber que aquel dulce momento había sido una farsa del rondador. -Ahora Sebastián no sabe qué será padre. -
-No hace mucho que lo tome, lo que acaba de pasar fue real. No tengo intención de poseerlo de nuevo, sin embargo su conocimiento sigue siendo de mi interés. Va a liderar a mis tropas y para asegurarme que esta vez no harán una tontería tú serás mi prisionero hasta entonces.- sobre las muñecas y el cuello del menor aparecen grilletes de color negro.
-Sebastián no va a aceptar. -
-¿Estás seguro de eso Alteza? Ahora que tu esposo sabe que serán padres no querrá que nada te pase a ti o al bebé. -
-Yo… -
-Una sombra va a guiarlos hasta su alcoba, permanezcan allí hasta que les dé nuevas órdenes. - habla el rondador antes de abandonar el cuerpo del azabache haciendo que este se desplome en el suelo sosteniendo su cabeza.
-Seb... Tranquilo, saldremos de esto…


††††



Ultra corto el capítulo de hoy, pero el fin se acerca señores!!!  (<- le urge mandar a CSM al rondador) 

Oficialmente serán padres, incluso Sebastián lo sabe. 

Ah! No les voy a mentir, si me conocen escribiendo, saben que no me gustan los capítulos cortos, ni escribirlos ni leerlos, así que para compensar el tamaño del capítulo les voy a contar algunas curiosidades. 

-Esta historia tiene 2 versiones, la línea uno que es más o menos igual hasta el secuestro de Ciel y luego todo era dulce amoroso. Y la línea 2, que es la que ustedes han leído donde conservamos más tiempo la toxicidad de estos 2. 

-Originalmente no estaba planeada esta parte en Aurora (seguro ya lo notaron) sino una especie de tomó con Ciel en el ejército haciendo su servicio militar, allí iba a surgir el amor, sin embargo el mismo Ciel y su asma fueron un impedimento para esto. 

-Planeaba que el villano en Aurora fuera Edward, el hermano de Elizabeth queriendo vengarse en nombre de su hermana. La idea fue desechada al quedar algo fuera de lugar puesto que Lizzy ahora es una mujer en paz, no habría tenido sentido alguno que Edward hiciera algo a estas alturas. 

-La fecha de nacimiento del bebé real está planeada desde mucho antes de que empezara a escribir la historia. Hay 3 días tentativos, 1,15 y 25. Aún queda por decidir cuál. 

-He hecho muchas ilustraciones sobre cómo imagino algunas partes de la historia, sin embargo no me considero una buena dibujante, así que no las he mostrado. 

Dejo una para que se den una idea:


Por hoy es todo, nos leemos pronto. ❤️

Cuídense, coman frutas y verduras. 

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora