XCI

364 27 6
                                    

Se dice que una vez que los hijos llegan a la vida de una pareja, el amor y la pasión se van por la ventana.  ¿Qué tan cierto será eso?
 

Nuestra escena comienza en una mañana no muy particular de diciembre en el castillo de Bowerstone, más específicamente en el cenador del jardín donde el príncipe Ciel se encuentra tomando su desayuno disfrutando de un momento tranquilo mientras los trillizos son consentidos por sus abuelos.
-¡Ciel! – saluda emocionado un torbellino de rubia cabellera corriendo a toda velocidad hacia el futuro monarca. -Dime que esa cara es porque Sexybastian y tu tuvieron una muy buena noche en la cama.-
-Mejor dime, ¿Qué haces aquí? Ahora que estás casado y tienes una hija deberías estar en tu casa, ¿no?-
-Debería… Si, debería. Pero anoche pelee con Claude, así que tome una maleta con cosas para mi y mi hija y vine a quedarme contigo unos días.- sonriente hace énfasis en su pequeña que duerme plácidamente entre sus brazos.
-¿Vas a huir de tu casa cada que pelees con tu esposo?-
-No tanto… Solo es para darle una lección y que aprenda que el trabajo no lo es todo. También debe de dedicarle unas horas a su esposo y a su hija.- se sienta junto al menor. -¿Cómo han estado?- agarra una taza de café y comienza a beberlo.
-Ese es mi…
-Ah no, no puedes beber café mientras estés amamantando. No es bueno para los bebés.-
-Necesito alguna forma de mantenerme despierto. Hay noches en las que les da por armar una sinfonía de llanto a los 3 al mismo tiempo.-
-Entonces… Déjame quedarme aquí unos días y yo cuido a tus trillizos en la noche para que puedas descansar algo. ¿Aceptas?-
-¿Cuánto tiempo te va a durar el berrinche?-
-No es eso Ciel. Solo pido algo de tiempo. Además fue Claude el primero en insistir que volviera con el y todo eso. Ahora me tiene a mi, tenemos a nuestra pequeña Danna y el no nos brinda tiempo. Solo se la pasa encerrado en su oficina. Hace una semana no dormimos juntos y del sexo… Mejor ni hablar.-
-Alois, no todo en esta vida se trata sobre sexo, ¿o si?-
-Bueno, no, pero en mi caso es algo muy importante. Ya sabes que yo soy alguien con deseos muy fuertes… Lo necesito para vivir.-
-Yo creo que necesitas ir al medico para controlar tu libido.- responde el príncipe siguiendo con sus alimentos.
-No digas eso, cuando nadie mejor que tu me comprende. Dime algo, después de haber dormido la primera vez con tu esposo, ¿Cuánto tiempo has logrado estar sin tener relaciones con el?-
-Como… ¿6 meses?-
-Tus hijos acaban de cumplir 3… desde 3 meses antes de tenerlos… ¿De verdad no has hecho nada? Ahora entiendo porque tus siempre amables recibimientos. Sexybastián te tiene hambriento.-
-Deja de imaginar cosas. Además ya te lo he dicho, no todo en mi vida se trata sobre sexo.-
-Y abandonado.-
-Sebastián no es como tu dejando a tu esposo por un berrinche.-
-¿Y entonces por que  no esta aquí cuidando a sus hijos?-
-Su permiso por paternidad se termino. Y no tengo porque estar dándote explicaciones. –
-Tu carácter te delata. Extrañas a Sexybastián contigo ahora que ya no eres su prioridad. –
-Alois, haces un comentario más y hago que los guardias te saquen a patadas del castillo.- responde molesto el príncipe golpeando la mesa con sus dos manos.
-Por favor no hagas eso, vas a asustar a Danna.- mece levemente a su pequeña tratando de que vuelva a dormir.
-Entonces guárdate tus comentarios malintencionados. Que tu hayas tenido un problema con Claude no te da derecho a querer causar que Sebastián y yo tengamos uno.- habla serio el menor conteniendo sus ganas de golpear a su amigo solo porque este sostiene a su pequeña hija en brazos.
-Majestad.- aparece el mayordomo. -El señor Agni está aquí para su rutina de ejercicios de hoy.-
-Enseguida voy Tanaka.-
-Si señor. Permiso.- con una reverencia el anciano se retira dejando a los 2 jóvenes con su discusión.
-Agni también es guapo y seguro lo tienes a tu dis…
-¿Estás enfermo acaso?-suspira. -Agni es una persona muy especial para nosotros, ni de broma pensaría en el de otro modo… Y menos teniendo a Sebastián conmigo.-
-¿Seguro? La carne es débil y lo sabes Ciel, así intimaste por primera vez con tu esposo.-
-Ni siquiera vale la pena seguir discutiendo contigo, así que solo te diré esto una sola vez… No todo mundo es una ramera como tu.-
-Ciel…-
-Tengo cosas que hacer. Si quieres quedarte aquí hazlo. Este castillo es lo suficientemente grande para no tener que verte en el día…
 

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora