XIV

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¿Se sentía estúpido?

Definitivamente si, como jamás en la vida se había sentido, y es que al querer hacer una buena acción terminó por ponerse en un peligro mortal. Desearía que hubiera sido solo por los balverinos, pero no, tras él al bosque entraron 5 sujetos y mientras dos hacían guardia los otros tres se encargaron de tomarlo prisionero y ahora se encontraba en un campamento al otro lado de la montaña.

-Debo admitir majestad que jamás pensé que usted sería tan idiota como para venir a este lugar sin su escolta. También admito que tenía fe en que usted sería un excelente peleador como todos en su familia. Nunca imagine que se dejaría atrapar sin poner resistencia. Su secuestro fue algo fácil y aburrido. - hablaba con un tono de decepción un bandido que se encontraba arrodillado frente a la jaula donde yacía el príncipe amordazado atado de manos y pies.
-¿Qué vamos a hacer con el jefe? - preguntaba el acompañante del primero. - ¿Quiere que mande una nota al castillo para pedir el rescate? -
-No, no. No avisaremos en el castillo que el príncipe es nuestro ilustre invitado. -
-¿Está seguro? El rey pagará lo que sea por su hijo. -
-No, el rey nos va a mandar a todo su ejército si sabe que tenemos aquí a su preciado hijo. Para el príncipe tengo mejores planes. -
-¿Lo piensa utilizar usted? ¿Puedo tener la segunda ronda? Tan solo imagine que grandioso sería que en unos meses el príncipe de a luz un hijo mío. -
-Eso sería asqueroso, eres una abominación tan horrible que tu semilla está podrida. - responde el jefe con asco de solo imaginar lo dicho por su criado. -¿Recuerdas al barón Kelvin de Brightwall? -
-Claro, quién no recuerda aquí a tan generoso hombre.-
-Pues el barón demostró un enorme interés por el matrimonio con el príncipe cuando se supo que era un doncel. El quiere preñarlo y yo quiero mucho dinero. Así que estoy seguro de que podremos llegar a un generoso acuerdo. Yo iré a hablar con el barón y tu vas a cuidar al príncipe. Quiero que lo trates bien, dale agua, dale comida y ponlo muy cómodo. -
-¿Puedo darle una probada antes? Prometo no dejar marcas. -
-Tocale un solo cabello y te corto las pelotas. Lo quiero tal y como está, inmaculado para el barón. -
-Entiendo señor, lo dejaré tranquilo. -
-Yo iré a hablar con el barón y si él acepta el trato con nosotros tendrás una generosa recompensa, suficiente para un año de prostitutas. -
-Bien señor. No le tocare al príncipe.-
-Queda todo en tus manos, arruinarlo y lo pagarás muy caro. -
-Vaya sin cuidado señor. - se despide del jefe que lo deja a solas con el príncipe en la cabaña. -Le aseguro Alteza, que usted y yo nos habríamos divertido mucho, pero el jefe manda y yo también quiero ese dinero. ¿Naipes? - muestra una baraja. -Primero le daré de comer… Tengo tripas de cordero y algo verde que no estoy seguro que sirva. ¿Que se le antoja? Mejor busco otra cosa, no me parece que esto sea comida para la realeza. -


-No entiendo cómo pasó eso hermano. Usualmente antes de que él siquiera hubiera intentado apuntar ya le habrÍas quitado el arma e inmovilizado.-
-En mi defensa diré que me aturdió golpeándome con un florero antes. Apenas me reponía del golpe cuando oí el disparo. Por fortuna parece que él tiene mala puntería.-
-O decidió dejarte vivir. Hay que manejar todas las posibilidades.-
-Lo dudo Sully, él se ha encargado de hacerme saber en múltiples ocasiones de su odio hacia mi persona y a nuestro matrimonio, estoy seguro de que en cuanto se le presente la oportunidad va a volver a intentarlo.-
-Tu matrimonio si que es interesante hermanito.- responde sarcástica la chica.
-Digamos que la supervivencia será más estratégica que en el campo de batalla.-
-¿Que tienes en mente, Sebastián?-
-Darle a mi esposo la mala noticia de que regreso a casa con vida y en perfecto estado.-sonrie.
-¿Qué hay de ver a su novia?-
-Pienso prohibirlo. Tengo la ventaja de que puedo hacerme el esposo ofendido frente al rey por las constantes infidelidades de su hijo a mi. Basta con que hable con su majestad y la señorita no volverá a acercarse al castillo. -
-Eres malvado.- responde con una carcajada.
-Quería una vida tranquila por eso les permití seguir juntos. No contaba con que ella se volvería una descarada y no le importaría nada.-
-Mírame.- observa al azabache. -No es solo que te vayas a hacer el esposo ofendido por diversión.-
-¿De qué hablas?-
-Es bastante simple en realidad. Quieres pelear por lo que es tuyo, aunque todavía no me queda muy claro si es posesión o quizá tengas sentimientos por él-
-Tal vez…
-A ti te gusta que te traten mal, quien lo diria hermanito.-
-No lo entiendes, las cosas van bastante bien cuando su novia no está cerca. Incluso podemos hablar tranquilamente y pasar un buen tiempo de calidad juntos, aunque no como pareja. Era algo bastante agradable.-
-¿Que tal mudarse?-
-El rey lo sugirió hace un tiempo, pero su opción fue en el lago Bower, muy cerca de donde vive ella, lo cual sería incluso peor. -
-Podrías llevarlo a Dweller, a nuestra vieja casa.-
-Eso no. No lo llevaría a la casa que nuestro padre con tanto esfuerzo construyó para su familia. Seguramente él la quería destruir solo por eso. Y eso sin contar que el ascenso y descenso de la montaña podría matarlo en cualquier momento.-
-Cierto, tu esposo no puede respirar bien por sí mismo.- responde con burla.
-Eres cruel. -
-Solo un poco, pero si el empieza a tratarte bien yo podría iniciar una investigación para curarlo o que por lo menos no se ponga tan mal y pueda llevar una vida más normal.-
-Viniendo de ti es una oferta difícil de creer. -
-¡Oh! Cállate, no soy tan mala.-
-Lo sé, lo sé. Solo bromea…
- ¿Qué estás viendo?- interrumpe la chica ante el silencio de su hermano.
-Es ese tipo Kelvin, el que acaba de entrar a la posada, nunca me ha dado ni un poco de confianza. Mejor vámonos de aquí. -
-¡No! Aún no me traen mi puddin de chocolate. -
-Iré a tu casa y te prepararé uno, pero vámonos, no quiero que te vea. Es un grosero de lo peor. -
-Su postre señorita. - llega la mesera que le entrega una copa y una cuchara.
-Gracias. - sonríe para la chica que de inmediato se va. -No tienes que preocuparte de nada, además está mi hermano para cuidarme. -
-Bien, come tranquila. - responde dándose por vencido.

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora