Never Over III

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III

-¿Sigues aquí?- preguntaba el joven limpiando las mesas sucias de la planta alta al ver al sujeto que atendió aquella vez. -¿Te gustó la ciudad?-

-Es bastante diferente a lo que conocía, quizá me quede aquí un tiempo. Claro siempre y cuando encuentre un lugar para quedarme.-

-Te has quedado una semana aquí en la posada. Bien podrías seguir así.-

-No lo creo, el dueño y varios de sus clientes me ven raro. Además si voy a estar un tiempo aquí lo mínimo que me gustaría es un lugar donde las sábanas no estén duras... Pero no me malinterpretes, es bonito este lugar.-

-Está decente el lugar, pero no es bonito. Aunque me da dinero para vivir.-

-¿Tu sabes de alguna casa o habitación en renta que no sea en esta posada?-

-Las casas en la ciudad no se dividen en habitaciones o algo así, pero puedo ayudarte a conseguir algo. Mañana que sea mi día libre.-

-¿Qué hay de mi equipaje? ¿Puedo dejarlo aquí sin que nada desaparezca?-

-¿Insinúas acaso que las personas de Bowerstone son amantes de lo ajeno?-

-N-No dije eso pero...

-Por que los llega a haber. Lo único que se me ocurre es que mientras estés fuera guardes tus cosas en mi casa. Mi turno termina a las 2, si a esa hora estás despierto puedes venir conmigo.-

-Bien, entonces te veo en unas horas... Por cierto, no me he presentado adecuadamente. Soy Sebastián.- ofrece su mano al joven que la estrecha de inmediato, sin embargo al momento en que lo hace siente una especie de corriente atravesar su ser entero, aunque no sabe exactamente cómo expresarlo.

-Soy Ciel... Aunque eso ya lo sabías.-

-Pero no nos habíamos presentado formalmente. Encantado de conocerte Ciel.-

-Lo mismo digo Sebastián. Te veo en la noche, por ahora voy a seguir en el trabajo...

...

-Sebastián.- llama a la puerta. -Terminó mi turno. ¿Aún estás despierto?-

-Pasa.-responde el joven desde adentro.

-¿Qué haces?-

-Trataba de leer, aunque con el ruido que hay aquí no puedo hacerlo muy bien.- pone su libro en la maleta. -¿Nos vamos ya?-

-Si, me muero de sueño. ¿Te importa si nos quedamos un par de horas en mi casa? Solo necesito dormir un poco y luego podemos pasar todo el día buscándote casa.-

-Claro, todo el tiempo que necesites. ¿O prefieres descansar aquí y después ir?-

-No, las camas aquí son muy incómodas, la mía no. Mi casa no es lejos, solo vamos.- sale de la habitación seguido del mayor que lleva su maleta.

-¿Vives en esta zona del mercado?-

-No, vivo en la parte vieja de la ciudad, muy cerca de la salida del cementerio.-

-Eso es aterrador, ¿no?-

-No tanto, a menos que creas en los fantasmas. ¿Crees en ellos?-

-No creo en lo que no puedo ver.-

-¿Y crees en el amor? -

-Creo en él aunque no me ha sonreído mucho en la vida.-

-Es una emoción, esas no se pueden ver.-

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora