LXXII

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Desconcertado, aun sin procesar su reciente despertar, se sentó notando que se encontraba en la pequeña habitación donde había pasado la noche, pero no había rastros de su esposo...

¿Será acaso que todo lo que pasó en realidad lo soñó?

Rogaba porque fuera asi, aun cuando esa estúpida pelea se sintió muy vivida...

Cerro los ojos dispuesto a seguir descansando, sin embargo apenas lo hizo, los recuerdos abarrotaron su mente, haciéndole saber que todo fue real.

Decidido a arreglar todo con su esposo el príncipe se levantó de la cama y aun sintiéndose mareado salió de la habitación en busca de su esposo, encontrándolo en la cocina terminando de servir un plato con comida.

-¿Qué haces levantado? - pregunta el militar dejando de lado el plato apenas alcanzando a sostener al príncipe que víctima de su malestar caía al suelo.

-Tenemos que hablar. - responde abrazándose al militar.

-Tienes que descansar. - responde el azabache levantándose con el joven en brazos.

-Estas equivocado... -

-Tu desmayo indica que no. - responde dejando al menor en la cama.

-No hablo de eso... Nunca te mentí, estoy muy feliz de que estemos casados, de que vamos a tener hijos juntos... Tan solo desearía tener una vida larga para poder verlos crecer. - jala al militar para que se siente en la cama con él. -La última noche que estuvimos en Aurora, yo me quedé con el rondador y él... Él me aseguró que no voy a sobrevivir al alumbramiento. En aquel momento solo mencionó a un bebé, pero ahora que sé que son más, sé que la probabilidad es mayor. La razón por la que no me incluyo en un futuro con ellos es porque se que no voy a estar allí, no quiero pensar en algo que no voy a poder vivir con ustedes. Por ello es que quiero que seas tu quien los cuide, que te los lleves lejos de mi padre y de Albión, no quiero que él les haga daño. -

-No tiene que ser así. -

-Lo dudo, él tuvo razón cuando me advirtió de mi embarazo. -

-También puede ser un timador...

-¿Y si no? -

-No voy a permitir que algo te pase. -

-¿Y por qué te importa? -

-Porque eres la persona mas especial en mi vida y no quiero que nada te pase. -

-¿Dudas de mis sentimientos? -

-Un poco, cuando callas para ti mismo lo que te preocupa. -

-No quiero ser una molestia, tan solo debes enfocarte en los niños y en darles una buena vida cuando yo no esté, quizá puedas y hablarles un poco de mi, de que casarme contigo y tenerlos ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, que me habría encantado verlos crecer, pero que hay cosas que simplemente no pueden ser. - suspira. -Asegúrate de hacerles saber que los amo por sobre todas las cosas, igual que a ti. -

-Ciel...-besa al príncipe. -La única persona que va a decirles todo eso eres tú. No me importa si tengo que regresar a Aurora y dejar que esa cosa viva en mi cuerpo, haré que el destino cambie, que tu puedas tener una muy larga vida con nuestros hijos. Morirás ya siendo muy anciano, muchos años después que yo. -

-Idiota. - besa al militar. -Sino es contigo, no quiero vivir. -

-¿Tanto así? -

-Te amo... Hace mucho que lo hago, solo no sabía cómo decirlo. -

-Ciel...

-No tienes que decir nada, solo quería que lo supieras para que dejes de dudar de mi. - responde el príncipe acomodándose para dormir una vez aclarado el asunto.

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora