XCV

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Muchas veces el tiempo pasa mucho más rápido de lo que desearías, un día pasaban su primera noche como familia en su hogar lejos del castillo y ahora casi cumplían un mes allí. 

La obra ideada por Ciel y patrocinada por el rey había resultado un éxito. Ahora la parte concluida, el ascensor, era disfrutado por cientos de personas entre mercaderes y pobladores de Dweller y también uno que otro curioso.

Oficialmente Ciel se sentía realizado, o casi.. 

Después de su secuestro la guardia de Brightwall fue totalmente depurada para deshacerse de todos los soldados corruptos. Con el tiempo los que se mantenían rectos en el camino de la justicia regresaron a servir junto con los jóvenes que ahora protegían Brightwall y sus alrededores, aún así parecían no ser suficientes y ahora su Sebastián lo estaba pagando. 

¿Cómo? 

Sobrecargandose de trabajo, claro que no por ello había olvidado su promesa de llegar puntual casa para cuidar de los trillizos mientras el príncipe trabajaba en su proyecto sin importarle su propio merecido descanso. 

Consciente de eso, Ciel decidió que era hora de ayudar un poco, ¿Cómo? 

Mejorando sus propias habilidades para el hogar. 

… 

-Sebas… - llama al azabache que solo lo voltea a ver sin dejar su tarea de vestirse con el uniforme sin darse cuenta que llevaba la corbata al revés. Ciel al notar esto se acerca a su esposo para arreglarlo. -Deja de pensar tanto. - acaricia la cabellera de su esposo quedándose con varias hebras en su mano, lo cual logra preocuparlo demasiado. 

-No me pidas eso cuando te estoy fallando. - suspira. -Te prometí que estarían bien y… 

-Lo estamos Seb, pero parece que tu no. - besa al mayor. -Tienes demasiado sobre tus hombros y eso no puede ser bueno. - 

-Ciel, yo… - observa el reloj. -Es tarde. - toma su abrigo para irse. -Te veo más tarde. - besa al príncipe sin embargo este no corresponde, tan solo lo empuja en la cama con una expresión difícil de descifrar. -Amor, tengo que ir a trabajar. - 

-¿20 minutos antes de la hora usual? - 

-Así es. Si inicio a trabajar antes también saldre más temprano, así puedo pasar tranquilamente al mercado por las compras y no sucede lo de ayer que no conseguí nada. - 

-O podrías hacerme una lista. Puedo ir por las compras con los niños y tu querido, utilizas esos 20 minutos en otra cosa. -

-Ciel. - besa al príncipe. -Realmente te lo agradezco, pero no tienes que preocuparte, no es tu… 

-¿Mi responsabilidad? Hasta donde recuerdo es casa de los 2, familia de los 2, así que la rsponsabbilidad también es para ambos. No me pidas que no intervenga cuando tu te estás derrumbando. - 

-Eres tan lindo. - besa al príncipe. -Supongo que va a estar bien por una vez.-

-Creelo, todo saldrá bien. - observa el reloj. -Aún quedan 17 minutos, ¿Tienes alguna idea de cómo utilizarlos?

-En realidad tengo muchas…


-Te veo en la tarde. - besa a su esposo que agotado descansaba en la cama, reponiendo energías luego de un par de orgasmos en un encuentro exprés. 

-Claro. Que te vaya bien. - se cubre más con la sábana viendo salir a su esposo y luego escuchando la puerta señal de que se ha ido. 

Cerró los ojos pensando en todo lo que acababa de pasar. Si bien Sebastián no había fallado en la tarea de complacerlo, hubo algo distinto en su encuentro  y eso era que su esposo no estaba tan enérgico como siempre lo cual le preocupaba ¿o será solo acaso que un encuentro mañanero debe ser más tranquilo? 

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora