LXXVIII

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-... erta... ebas... ¡Despierta! -

-¿Qué pasa? ¿Está todo bien? ¿Ya vienen los niños? - pregunta el militar sentándose completamente asustado revisando el muy abultado vientre del príncipe.

-Estamos bien. - sonríe.

-Aguarda... ¿Me haces despertar temprano en mi primer día de baja temporal por paternidad?-

-Deja de quejarte, haremos cosas de padres. -

-Oh, bueno... Haberlo dicho antes. - jala al príncipe para sentarlo sobre sus piernas. -¿Te parece bien estar arriba?-

-Pervertido. - se levanta de la cama dejando ver que ahora camina más lento, producto del peso de su enorme barriga. -No hablaba de eso. -

-¿Y entonces? - pregunta el militar rendido sentándose en la cama.

-Quiero empezar a decorar la habitación de los bebés. -

-¿Tan pronto? Apenas vas a cumplir 20 semanas. ¿No sería mejor esperar un poco? -

-No se si yo pueda esperar. -

-¿De nuevo eres negativo? - abraza al príncipe por la espalda.

-No exactamente... Solo pienso en que cada día me es más complicado hacer algunas cosas con el peso extra... no sé como podría ser cuando tenga 30 semanas. Podría no ser capaz ni de levantarme de la cama por mi cuenta, así que será mejor empezar ya, ¿no crees? -

-Tienes razón. Dame unos minutos y estaré listo. -

-Claro, tomate tu tiempo. - sonríe.

-¿Has pensado en cómo quieres que luzca la habitación? - pregunta tranquilo el militar quitando su pijama.

-Queremos, ¿no? Los dos. -

-Bueno, es que...

-No empieces con diferencia de clases o algo así. Los 2 somos un par de personas que pronto serán padres y como tal los dos tomamos las decisiones -

-Cariño. - besa la frente del príncipe. -Quiero saber tus ideas, es todo. -

-Bueno, he pensado en colores muy claros. Y que no revelen lo que son nuestros bebés.-

-¿No crees que ellos ya lo sepan? -

-Lo dudo, no es como que pongan gran atención en los detalles, les mostramos los brotes y nadie hizo comentario alguno. - suspira acariciando su vientre. -Ese será nuestro secreto hasta el día en que nazcan nuestros niños. -

-Me agrada tu idea. - posa sus manos sobre las del príncipe, sintiendo como sus pequeños se mueven, como si aceptaran lo dicho por sus padres. -Y parece que a ellos también. -

-Se convencerlos. -

-Insisto, ustedes serán un gran equipo en mi contra. -

-Solo un poco. - sonríe. -Tu los creaste, ahora hazte responsable. -

-Estoy más que honrado de ello. - besa al príncipe que tranquilo se deja hacer durante un par de minutos hasta que ambos se separan completamente jadeantes. -¿Recuerdas que ayer fui de visita a casa de mi madre? -

-Hmm... Lo recuerdo, se supone que yo también iría... Estúpido trabajo que no me dejó. Bueno, recuerdo que fuiste a visitarla. -

-Ella envió un regalo. Anoche estabas tan cansado que preferí esperar hasta la mañana, así que creo que deberías ver lo que mandó.- Del banquillo frente al piano toma una caja y se la entrega al príncipe.

CIEL (NO) ES UN DONCEL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora