El sereno de la noche nos obligó a abandonar el cómodo banquillo bajo el viejo roble, mis manos estaban heladas aunque sabía que no era solamente por las bajas temperatura que se instalaba cuando caía la noche. La pregunta del capitán Spinster me sorprendió enormemente, tal vez en mis ojos se reflejaba el efecto que había causado la sola mención de Levi en la conversación, porque rápidamente el hombre se disculpo por "sentirse impertinente". Le hice saber que todo estaba bien, sin embargo no existieron más palabras que quisieran dejar mis labios. Después de unos minutos en un incomodo silencio, el castaño se levantó y retomó la marcha por los alrededores, yo lo seguía a una prudencial distancia mientras él admiraba los grandes árboles que daban entrada al bosque que cercaba el cuartel de la legión de reconocimiento. Otro largo rato en el que solo nos limitábamos a vagar sin rumbo, el sol había desaparecido del horizonte y un velo oscuro cubría nuestras cabezas, optamos por entrar a las instalaciones e ir en búsqueda de algo para cenar.
Eran aproximadamente las 7:35pm, el horario de cena para los cadetes era hasta las 8:00pm, por lo mismo el rebullicio y la fluctuación de personas en los pasillos era un total contraste a los desolados pasillos que recorrimos esta tarde. Caminaba tras el varón, él cargaba puesta una sencilla camisa blanca con entubados pantalones oscuros y unas botas hasta la rodilla, se suponía que debía verse lo mas casual y "civil" posible; Pero su frente en alto y firmes pisadas daban la sensación de que estuviera pasando por una gran alfombra roja destinada a la realeza- cosa que no era del todo falsa-. Sentía un montón de miradas femeninas siguiendo nuestro trayecto, los 1,90 mts de porte masculino eran muy bien recibidos y apreciados, un hombre jamás visto en esos pasillos, un cabello tan lacio y suave recogido en una cola baja y unos ojos grises completamente cautivador. No era extraño que captara la atención femenina del cuartel, muchas lo seguían con la mirada ignorando mi presencia, otras lo miraban y luego le cuestionaban con sus ojos y las menos prudentes se susurraban cosas en los oídos apenas el hombre pasaba frente a ellas.
Cuando por fin llegamos al comedor, el panorama no pintaba mejor; Aun había una gran cantidad de soldados cenando, casi todas las mesas estaban llenas. Apenas entramos como si de un anuncio real se tratase, todos los ojos de la habitación se dirigieron a nosotros, la curiosidad por el desconocido se reflejaba en cada mirada, su enorme cuerpo me cubría y hacia pasar casi desapercibida mi presencia. En una mesa ubicada al fondo, pude ver como Eren acompañado con Armin se sentaban. Los ojos esmeraldas de Eren se veían agotados, su uniforme aun tenia rastros de paja, tierra y lodo seco. Armin parloteaba animadamente a su alrededor y el castaño parecía ignorarlo, pensaba que no había percibido mi presencia, pero sus ojos verdes me miraban fijamente transmitiéndome el descontento que sentía, descontento que se intensifico al ver con quien venía acompañada.
- ¿Desea que nos sentemos junto a sus amigos Señorita? No tengo ningún inconveniente.- El hombre se había inclinado levemente para poder hablarme cerca del oído.
- No se preocupe mi señor, es mejor buscar un sitio más apartado.- Le respondí amablemente, sabía que Eren era impulsivo y no quería tentar más su enojo difícilmente contenido.
- ¿Qué le parece si se sienta por allá mientras busco las bandejas con comida? – Me señala una de las pocas mesas vacías mientras me dejaba allí y se iba caminando en búsqueda de lo anterior mencionado.
- De ninguna forma lo pondré a buscarme la cena.- Apenada por su gesto fui tras él. Escuche un suspiro agotado por parte del hombre mientras negaba levemente con la cabeza.
- ¿Algún día me dejara alagarla con algún gesto de amabilidad?- Me preguntaba mientras tomaba dos bandejas de aluminio y pasábamos por la barra de comida. Los cadetes que servían de cocineros reconocieron rápidamente al noble que acompañaba al capitán Levi esa tarde y como era protocolo, le sirvieron una mejor comida destinada a los altos mandos. - Sírvame en esta también.- Ordenó malhumorado al ver que solo colocaban los mejores alimentos en su bandeja, el pobre cadete se vio confundido pero la mirada autoritaria que le dirigía Fabián fue más que suficiente para que obedeciera.
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Tradición -Rivamika- (Finalizado)
FanfictionQue vulgar y asquerosa tradición. -Ackerman- Saludo a la joven que esperaba frente a la puerta de mi habitación, ella me mira fijamente. - Instruyame por favor. - Me dice directamente, su semblante irradiaba seguridad, pero sus puños apretados del...