XXXIV

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Veía todo a cámara lenta a pesar que el hombre caminaba bastante rápido, ambos cubiertos de pies a cabeza con una gruesa capa color negro para camuflarnos en las sombras. Estaba consciente en todo momento, sin embargo, me sentía muy bien en la espalda del hombre, su cuerpo estaba muy caliente, sus hombros eran fuertes para abrazar y sus manos me apretaban los muslos, sosteniéndome y masajeándolos repetitivamente, imagino que quería que estuviera consciente. En poco tiempo salimos de la ciudad, Levi se movía con mucha destreza, hasta podría encarnar los ninjas de las historias que Armin nos contaba hace años.

- No puedo llegar contigo en ese estado.- Me dijo mientras me depositaba con cuidado bajo la sombra de un árbol, nos habíamos sumergido en el bosque, estábamos en una zona completamente desolada de otros seres vivos aparte de nosotros.- ¿Cómo te sientes?- Me preguntó mientras me tocaba la frente, tenía el ceño marcado y pude notar como evaluaba cada parte de mi cuerpo.

- Solo, deme unos minutos.- Le respondí con dificultad mientras bostezaba, justo en este momento estaba luchando con el sueño. Él me dio la espalda para buscar algo en el sacó de comida que había tomado de la cocina de Fabián, estaba viendo todo borroso del sueño, sin embargo, entre las cosas que sacaba, pude distinguir un vaso plástico, leche y un montón de líquidos y cosas extrañas que le agregaba.

- Ten.- Me acercó el vaso y arrugue levemente la nariz, el olor era extraño.- Bébelo, sirve como depurativo, eliminaremos el sedante de tu cuerpo, no es momento de dormir.- Y aunque hablaba con rudeza, sus movimientos eran en extremo cauteloso, como si temiera lastimarme. Obedecí y me bebí aquel liquido extraño, era una combinación agridulce que resultaba nauseabunda.- ¿Qué sucedió antes que llegara?- Su preocupación nuevamente era visible. Él colocó su mano en mi muslo para apoyarse mientras se sentaba muy cerca de mí.-Él... ¿Te hizo algo?-Empujó sus palabras entre los dientes, pude sentir como sus manos temblaban en ira.

- Me dijo del plan de captura para los de la legión.- Hablaba muy pausado debido al sueño que sentía, sin embargo, cada vez estaba pensando con más claridad.- Me ofreció agua, acepte, el líquido era transparente y no sabía distinto. Me pidió que me ocultara allí y los dejara a ustedes, no acepte.- Le contaba un resumen con pocos detalles, no iba a especificar la súplica, la pedida de matrimonio y la explosión de ira del hombre, no me agredió verbalmente, pero la obsesión que mostró conmigo me asusto.- Al poco tiempo me comencé a sentir cansada, me dijo que buscaría el dinero. Luego todo es borroso, sé que me trasladó arriba, sé que me besó y sentí sus manos en mí.- Mientras decía lo último, Levi respiraba forzosamente mientras se peinaba con los dedos el cabello de manera compulsiva.- No creo que haya pasado más.- Intenté tranquilizarlo, su piel era muy pálida, pero, justo en estos momentos su rostro estaba completamente rojo.

- La próxima vez que lo vea, lo mataré.- Declaró al aire, yo me estaba sintiendo con más energía.- Tomaremos un descanso de 5 minutos, yo vigilare el panorama, luego nos iremos.- Me dio la espalda y con ayuda del equipo subió a la punta de un árbol cercano, de no haberlo visto subir, juraría que allí no había nadie, una ventaja de que fuera pequeño.

Suspiré profundamente y comencé a estirarme intentando espabilar. Estaba enojada conmigo misma, debido a mi estupidez volví a preocupar al hombre, él siempre estaba atento de mi persona, siempre que mi mente no razonaba y actuaba por impulso él estaba allí para frenarme, cuando estaba en aprietos siempre aparecía y cuando me encontraba en peligro siempre me salvaba. Desde hace tiempo comencé a verlo así, pero hoy su imagen era clara en mi mente, Levi para mi representaba un pilar al cual sostenerme, representaba seguridad, confianza y raciocinio. Era mi salvador, mi protector, mi consciencia; y yo...ya no me veía sin él a mi lado. Me acostumbre a su amargada presencia, a sus regaños y a su silencioso apoyo, me acostumbré a él. No sabría decir en qué momento pasé de aspirar un amor pasional, las ilusiones del romance juvenil con Eren ahora eran difusas en mi cabeza, como si nunca hubieran estado allí, mis aspiraciones de gritos, carreras por enormes praderas y explosiones incontrolables de amor; ya no eran de mi gusto; ahora me sentía en paz, quería sus abrazos en las tardes de descanso, su té caliente compartido con galletas, nuestros baños en agua calma y la pausa que representaba a mi acelerada rutina, quería su pacifica presencia.

Tradición -Rivamika- (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora