Tradición -Rivamika- (Finalizado)

XV

*LLEGAMOS AL TIEMPO DE VALSSSS, espero que disfruten, ya falta poco para que salga de los cursos y ascensos que tengo pendiente y volveran las actualizaciones diarias, gracias por la paciencia y los comentarios, las tqm* 

      Los pasillos más cercanos a la entrada del cuartel, están tachados en el croquis de la base como los pasillos principales, estos estaban elegantemente decorados con papel tapiz de colores tierra e incontables obras de arte, por supuesto que imitaciones; muy bien hechas la verdad. Es de suponer que aquellos maestros de obra y decoradores interiores quisieron aprovechar al máximo el efecto de la primera impresión; Los pilares con hermosos y finos detalles, las paredes construidas con una perfección simétrica, el siempre impecable piso de granito pulido. Convertían la entrada, recepción y sus alrededores en el área más pulcra, limpia y elegante de todo el cuartel general de la legión de reconocimiento. Una buena estrategia psicológica, es de admitir que de no saber bajo con que objetivo se entrenan los soldados allí, se pensaría que entras en las instalaciones de algún escuadrón militar de alto prestigio. Tanta belleza y estética era destinada a la captación de una mayor población dispuestas a ser cadetes con gran entrega al futuro aún incierto de la humanidad, personas decididas a contribuir a la investigación de las extensiones desconocidas tras los muros que fungen como protección y encarcelamiento; O bien para mentes más simples, cadetes que encuentran el final de sus sueños siendo futura comida de titan.

     Sin embargo, el capitán Spinster disfrutaba detallar las diversas pinturas que adornaban el salón principal, o tal vez lo que disfrutaba era de su actual compañía. Mikasa no podía creer que un hombre de su estatus y crianza seguramente no sabría distinguir a primera vista una auténtica obra de arte de una barata imitación.

     - Es un excelente trabajo.- La voz masculina sonó con eco en el desolado pasillo después de un rato en el que se dedicó a analizar con gran énfasis una obra de arte.

     - Es una imitación capitán.- Siguiendo a una prudente distancia, la mujer de cabellos oscuros acompañaba al varón.

     - En efecto señorita Ackerman, sin embargo no le resta el perfecto acabado y la gran similitud que tiene con la original, de no haberla admirado tan de cerca, no hubiera notado la diferencia.- El castaño dirigió su mirada a su acompañante, quien con sus manos cruzadas en la espalda le miraba con incredulidad.

    - Es la primera persona que afirma eso, muchos no se dedican a admirar estas obras porque ya saben de antemano que son una imitación. Supongo que usted sabe de lo que habla.- La chica se acerca un poco más a donde se encuentra el hombre para poder tener una vista más clara del objeto de su atención. En el centro del cuadro había una mujer caucásica, de cabello rojizo, completamente desnuda, aunque sus partes más íntimas no estaban a la vista; muchas hojas verdes, ángeles y luces naturales la acompañaban.

      - Créame que sé lo que digo.- Le dedicó una sutil sonrisa que la chica no pudo apreciar al estar tan concentrada en mirar la obra. Sin embargo, el hombre si apreciaba cada larga y encrespada pestaña que adornaban la curiosa mirada.- De no tener la pintura original en mi casa, no podría creer que esta es la imitación.- Ambos ojos color plata se miraron fijamente, la sorpresa pintando brillos en los ojos de la chica eran bien recibidas por las chispas de emoción del varón.- ¿Le gusta el arte señorita Ackerman?

     - No me desagrada capitán, pero le estaría mintiendo si le digo que tengo conocimiento de ello. - Solamente una vista tan bien entrenada como la del varón podría detallar el casi imperceptible color rosa que pintaba las mejillas de la pelinegra.

     - No es nada de qué avergonzarse, como bien dijo un sabio "Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas"- La cálida sonrisa que acompañaba las palabras elevó inmediatamente el avergonzado espíritu de la mujer, quien en gratitud intentó sonreír, consiguiendo una mueca que se asemejaba a una sonrisa. – Apuesto a que usted tiene conocimiento de diversos temas que yo desconozco.