Capítulo 26: Segunda Parte

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Rixton Moreauwright. 

Hace una hora los bomberos apagaron el incendio del campanario. 

Algunos de ellos junto a otros oficiales estaban realizando preguntas a cada persona que estuvo en la iglesia. 

Parte de la estructura de la iglesia quedó bastante destruida. 

No me había preocupado en tomar mi papel como agente en este caso, mucho menos mi rol como futuro miembro de la Junta.

Se debía a qué Peter Haugen, quién estaba bastante molesto porque el campanario era la estructura a la que más trabajo había dedicado, lo hacía junto a Lilieth. 

Me preocupaba más no encontrar el pergamino que el incendio.

Debía tomar responsabilidad en esto, pero mi interés era desviado a la misión que ya había adquirido. 

Si obteníamos el pergamino podríamos evitar muchas muertes, incluyendo la mía, por esa razón no tomé mucho en cuenta el incendio. 

Un solo hecho tuvo toda mi atención e interés, Emiliane, Carter, Kaethleen y Thomas huyeron justo de ahí, no se acercaron a ver como el resto. 

Cuando me acerqué a Emiliane para hablar con ella estaba conmocionada, me dijo que sólo había estado en los baños y que Thomas le llamó cuando inició el incendio. 

Decidí creerle, pues Emiliane no tenía ninguna otra razón para no estar en la conmemoración. 

Era bastante curioso, también fatal para el pueblo y la Junta, como en esta misma fecha se había incendiado el bosque y había muerto Mirta Bompart. 

Hoy fue el campanario, según los bomberos había sido un incendio provocado al igual que el incendio que causó el fallecimiento de Mirta. 

Cualquier persona cerca podría morir, eso causaría más problemas para Lilieth y su mandato aquí, que no estaba siendo muy respetado. 

Justo ahora interrogaban a Thomas y Tyker. 

El resto de los chicos se había dispersado yendo con sus padres, a excepción de Kaethleen que sólo se sentó en una de las bancas a mirar el atardecer. 

Hace un momento había conversado con Carter y Emiliane, para luego volver a guardar silencio. 

Ellos la dejaron sola yendo ambos con Caleb. 

Caminé hacía dónde estaba y me senté a su lado. 

Esperaba que al menos tuviera alguna reacción. 

Kaethleen me recordaba mucho a Emiliane y tal vez por eso era ligeramente protector con ella cuando Caleb la descuidaba. 

Cuándo era una niña, decidí no acercarme a ella para no lastimarla. 

Kaethleen era precavida conmigo desde que un día traicione su confianza confesando a Caleb su adicción a los dopantes. Caleb le admitió a Kaethleen que fui yo quién le dijo y ella me alejó desde ese instante. 

Sentada ahí, apretando sus manos se veía pequeña, indefensa y débil, imagen bastante parecida a cuando le dijeron que Kyal había fallecido. 

Me recordaba a la pequeña Kaethleen que se infiltró en mi auto y prometí cuidar. 

Su teléfono recibió varias notificaciones, pero ella decidió ignorarlas. 

Aunque parecía no ser consciente de que sonaba.

Se veía ausente. 

—¿Nerviosa por hoy? — pregunté — No deberías estarlo pareces ser una buena guía. 

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora