Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)

Capítulo 13

"Distorsiona los hechos para adaptarlos a la teoría, en vez de la teoría a los hechos". 

—Sherlock Holmes. 

Kaethleen Bleedwoods. 

El despertador sonó un segundo para que luego lo apagara.

Lo había tenido en mis manos durante dos minutos para apagarlo a tiempo.  

No había podido dormir nada, por el susto que llevamos en la biblioteca y el vídeo de la madre de Carter. 

La incertidumbre por saber si tenía razón me quitó el sueño. 

Me levanté y fui directo al baño para ducharme y cepillar mis dientes. 

Debía llegar al instituto presentar ese exámen y prepararme para lo que haríamos hoy en la noche. 

Entrar en la morgue en plena oscuridad no me parecía nada sano, aunque seguía priorizando el saber la verdad. 

El querer saberlo todo iba a terminar destrozandome, ya sea por no dormir o arriesgarme a este tipo de cosas. 

Me coloque la pequeña falda azul del instituto, junto a la camisa blanca y la chaqueta con la insignia. 

Me peiné el cabello mientras me veía en el espejo.

Me veía frágil, las ojeras, lo delgada que estaba y el resfriado me daban un aspecto de debilidad que no me gustaba.

No me debía ver débil, si en mi misión estaba enfrentar a un enemigo que aún era invisible, no sabía a quién estaba confrontando.

Decidí atar mi cabello en una coleta y dejar dos mechones caer en mi rostro. 

Tomé el perfume aplicándolo en mi cuerpo y decidí irme. 

Tomé la mochila que había ordenado ayer en la noche cuando no pude dormir

Al salir de la puerta de mi habitación, me encontré con Caleb. 

—¿Cómo estás, Kalee? — preguntó. 

—Buen día — dije. 

—¿Cómo estás? — volvió a repetir la pregunta. — Te ves cansada, ¿Dormiste bien? ¿Al menos dormiste? 

Me sentía mareada. 

Aunque ya había acostumbrado a mi cuerpo a no desayunar, algunas veces me mareaba. 

—Sí dormí — mentí. — Estuve practicando para una evaluación, todo está bien. 

—¿Completamente segura? — preguntó. 

Asentí con la cabeza. 

Me di la vuelta y decidí bajar las escaleras. 

—¡¿Puedo llevarte hoy?! — preguntó Caleb. 

—No es necesario — dije. — Estarás ocupado por haber llegado recién del viaje, puedo irme por mi cuenta. 

Caleb se veía inseguro. 

—¿No hay nada qué quieras decirme? — preguntó. 

¡La tía de Bruce ha muerto! ¡Existe otra familia fundadora! ¡Pelee con Matthew de nuevo! ¡Te necesité el 25 de octubre de nuevo!

—No, nada ¿Y tú? — respondí. 

Caleb se tomó unos segundos de silencio. 

—Arrestaron a Thomas y River — dijo. 

—Oh — murmuré. — Que mal por ellos. 

—De verdad no te importa — dijo.

¿Qué clase de persona creía qué era?