Capítulo 31

106 12 15
                                    

"He visto niños que han superado con éxito los efectos de la herencia malvada de sus padres, esto debido a que la pureza es un tributo inherente al alma." 

—Gandhi. 

Emiliane Moreauwright. 

Deseaba gritar a causa de la frustración. 

Tuve otro impulso de aventar los libros que pasaban por mis manos debido al arrebato de ira y frustración que me generaba no obtener respuesta. 

Sentía que me encontraba en medio de una encrucijada sin ninguna pista de un camino correcto por el cual optar. 

Estaba tan enojada y frustrada que sentía ganas de llorar. 

No obtener respuestas me hacía sentir inútil. 

Suspiré y dejé el libro con cuidado encima de la pila de otros libros que tampoco contenían información. 

Tanto papel desperdiciado para absolutamente nada, que injusticia vivieron esos árboles. 

Carter, a mí lado, posó su mano en mi hombro y lo apretó. 

Carter había decidido acompañarme a casa luego de salir del instituto para leer entre los libros de la biblioteca de Cassandra por si encontrábamos información acerca del cofre y la profecía.  

No había absolutamente nada. 

Había leído todo un cuento infantil escrito por Clarissa y lo único que encontré es que el cofre se debía abrir con un don y recitar las palabras adecuadas para que revele su información. 

Todo lo que ya sabíamos. 

Desde qué comenzamos la investigación, Carter había sido mi compañero. 

A causa de cómo se dividieron los roles en nuestro equipo, Carter y yo habíamos seleccionado buscar información acerca del cofre, más allá de lo anteriormente mencionado no obtuvimos otro tipo de información. 

Carter se había acercado más hacía mí desde el día de la conmemoración. 

Me hacía sentir nerviosa constantemente. 

—Thomas debe tener contacto con el cofre — dijo Carter — Podemos intentar encontrar las palabras que deben recitarse, pero no tengo idea de dónde buscar… Es tan complicado. 

Me senté en la manta que colocamos en el piso con cuidado de no golpearme sin ver los otros libros, metí la pajilla en mi boca tomando de las bebidas que habíamos traído. 

Estaba algo enojada con Carter y por eso tampoco había hablado mucho durante el tiempo que llevaba aquí. 

—Otro libro sin algo que nos sirva — dijo Carter. 

Suspiró y colocó el libro en el estante correspondiente. 

—Podríamos pedir ayuda a Kaethleen, ya qué ella tiene el libro de Caleb a su alcance, quizás sea importante — dijo Carter. 

—Uhm — dije. 

Jamás pensé que me cansaría de leer y descubrir. 

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora