Capítulo 37

45 5 15
                                    

"No hace falta mucha fuerza para sujetar, pero sí hace falta mucha fuerza para soltar"
—J.C. Watts".

Diane Holmberg.  

Apreté más el abrigo hacía mí. La lluvia le daba cabida perfecta al frío de la estación congelando mi cuerpo. 

Gracias al corte de electricidad masivo que hizo Kaethleen no podía encender la calefacción. 

El lado positivo, aún tenía batería, poca pero tenía, las clases se habían suspendido hasta que cada sector fuese reparado y podía pasar tiempo con mis amigas. 

Amigas que pasaban de mí. Una escuchando una grabación ignorando al resto y otra leyendo un libro sobre dones y Guardianes. 

—Emiliane— llamé logrando que su mirada se despegase del libro. 

—Dime, Di. 

—Kaethleen usas gafas de sol en invierno mientras llueve— dije. 

Emiliane asintió confundida.

— Vale ¿Y eso qué?— preguntó. 

Me encogí de hombros, era algo que me había parecido curioso y solo quise llamar su atención. 

Emiliane relamió sus labios y volvió la vista al libro. 

—Kaethleen— llamé. 

No me respondió, llevaba casi quince minutos con la dichosa grabación, desde mucho antes no nos había prestado atención. Solo se sentó en mi cama con sus gafas de sol a hacer silencio. 

—Kaethleen— repetí. 

Nada. 

Ni siquiera se movía. 

—¡Kaethleen!— volví a llamar más fuerte. 

Kaethleen desconectó sus auriculares y me observó. 

—¿Qué necesitas?— preguntó. 

Necesitaba que habláramos de algo. Porque no habían venido hasta aquí para no hacer nada más que seguir buscando soluciones que siendo sinceros, no encontraríamos. 

—¿Qué escuchas?— pregunté. 

Kaethleen tocó la grabadora con su índice— Es una grabación de Kyal que Ashton utilizó el día que entró a dispararme. Buscó algún otro sonido o cualquier cosa que me haga saber de dónde la obtuvo. 

Se torturaba a sí misma, bajo la excusa de respuestas. O simplemente extrañaba oír a su hermano menor. 

—¿Y cómo te ha ido con eso?— pregunté aceptando caer en su juego para ganar su confianza— ¿Crees que sí sabes quién se la dio podrás encontrar al infiltrado? 

—Mal, no he podido encontrar nada, su voz no se escucha editada, realmente dijo aquello, pero no sé dónde, no sé quién estuvo ahí para grabarlo. 

—Tal vez deban descansar— opiné— Ambas podrían relajarse. 

—Lamento si te sientes dejada de lado, Didi. Vinimos aquí a pasar tiempo contigo y es lo menos que hemos hecho— se disculpó Emiliane. 

—Puedes evitar decirme Didi por favor— pedí. 

No quería otro apodo creado por Thomas resonando en mi cabeza.  

Emiliane alzó las cejas y asintió volviendo a disculparse por eso. Kaethleen suspiro dejando la grabadora en la mesa de noche. 

—Lo lamento— dijo Kaethleen a secas.

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora