Capitulo 34: Segunda Parte.

147 9 49
                                    

“Adormecer el dolor por un rato, te hará sentirlo luego con mayor intensidad”.

—J.K.Rowling.

Thomas Munteanu.

Me dolía el cuello por haber dormido en una posición incómoda ayer en la noche, no nos fuimos de la habitación de Kaethleen con la intención de seguir descubriendo acerca de Mirta.

Luego de que Kaethleen echara a Lilieth, asegurando que solo estudiabamos, continuamos con la investigación.

Movía mi cuello de un lado a otro tratando de calmar la incomodidad.

En la pantalla de la sala Bleedwoods transmitía a la madre de Ashton haciendo una denuncia pública de desaparición.

Secuestramos a un chico, un chico McElven.

Lucrecia; mi abuela negaba con la cabeza decepcionada.

Tyker me observaba enojado, hace minutos no dejaba de observarme.

–¿Me puedes dejar desayunar sin acosarme visualmente? —pregunté.

Tyker negó con la cabeza.

–Vaya, gracias – respondí.

–No soy un tonto, ¿sabes?

Reí.

–No creía eso, Ty — dije.

–¡¿Entonces por qué me excluye?!– gritó Tyker dándole un golpe a la mesa.

Me eché hacía atrás sorprendido por su acto.

Tyker era tímido y no tenía estás acciones.

–Thomas no hagas sentir mal a Tyker– regañó Lucrecia con voz monótona.

–¿De acuerdo? – pregunté confundido.

Tyker llevó mi plato hacía él, tomó mis croissants, los mordió y me devolvió el plato vacío.

Yo abrí la boca.

–Si tenías más hambre pudiste haberme dicho – informé.

–¡Estoy enojado contigo! – gritó.

–¡Thomas!– volvió a regañar Lucrecia.

Fruncí el ceño.

–¿Qué te hice?– pregunté a Tyker con tranquilidad.

–¡Excluirme! – gritó.

–¿En qué momento? – pregunté confundido y exaltado.

Tyker lanzó uno de los croissants hacia mí y mordió el otro.

Quería llamar mi atención.

–¿Estás bien?– pregunté.

–¡Te parece que estoy bien!– gritó de nuevo.

Llevó el vaso de jugo a su boca y tomó de él sin dejar de mirarme.

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora