Taisbeanadh pianail.

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Luke Gallagher.  

El viento arrasó con la bufanda de Talsanith lejos de el muro trasero del instituto, ella lejos de preocuparse por la prenda seguía enfocada en Kaethleen. 

—No puedo ir ahora, River sigue con ella — dijo Nico. 

Talsanith quebró una de las uñas acrílicas de sus manos por la impotencia. 

—¿No puedes ir o te acobardaste? — reclamó Talsanith.  

Samantha carraspeó — Tiene razón Nico, no hemos podido acercarnos porque los Frolovak no se le han despegado ni un minuto. 

Maia resopló en disgusto — No se le van a despegar, te dije que poner su nombre en la lista no era suficiente. 

—Drogarla tampoco lo fue — susurró Nico. 

—Luke tú la conoces más, haz algo o van a mandarnos a la mierda como a Ashton y Bruce — pidió Samantha preocupada.  

Y lo entendía, me acobardaba intensamente ante este problema, no quería que E, nos torturara por no cumplir con su plan cuando ya nos había pagado el dinero acordado, pero tampoco quería que Caleb me enviara a prisión por cumplir con la petición de E. 

Mis labios temblaron ¿Qué podía decir yo de Kaethleen? Ayude a Bruce y a E con las notas de Kyal, con la botella y la droga, sabía que reviviría el trauma añadiendo su nombre a la lista. Había dicho cada cosa que podíamos hacer para debilitarla. 

—Ya… No lo sé — admití. 

Talsanith quebró otra uña de los nervios— E no solo va a amenazarnos, él no tendrá la misma paciencia con nosotros, ya nos pagó no podemos no hacer nada solo porque a la maldita niña le salieron dos niñeros nuevos. 

En el bosque, el hacha, el hombre, como quiso buscarlo hasta que la hice entrar en razón. Kaethleen no se asustaría con nada qué hiciéramos, el rostro dañado de Maia era prueba de ello. 

Todo se concentraba en un plan sencillo, torturarla psicológica o físicamente no iba a ser posible, nadie iba a poder desmayarla o dejarla medio muerta para entregarla a E, y E lo sabía, así que la situación aumentó a mayores, nos pidió asesinar a Kaethleen algo que ninguno por cualquier que estuviera en contra de ella estaría dispuesto a hacer. No íbamos a matar a Kaethleen, le daríamos más motivos para que ella misma lo hiciera. 

—Nico, debes hacerlo — dijo Maia con seguridad. 

—¿Hacer qué? — preguntó Nico con temor. 

—Debes pasar su nombre de la lista al muro, debes abusar de Kaethleen — ordenó Maia. 

Los ojos de Nico se abrieron anchamente — ¡Pero estás malditamente estúpida!— exclamó Nico — ¡Maldición no! ¡No soy un jodido violador! ¡Tengo una madre Maia! ¡Y moral! 

—No creo que te denuncie, le costaría admitir que estuvo en la misma situación de nuevo — propuso Samantha. 

—Vete a la mierda tú también — dijo Nico — ¡¿Por qué de la nada nos volvimos malditamente tontos?! ¡Hablamos de algo grave! 

—Porque Luke no se terminó de integrar a sus jodidos amigos — reprochó Talsanith. 

Relamí mis labios sin responder a su queja.  

Kaethleen acercó con lentitud su mano a la de River, él las entrelazo y dejó un beso corto en los nudillos de ella. Ella no se alejó, lo miraba fijamente, hablaban con mucha seriedad por lo que el asunto debía ser importante. Ella permitía el tacto de River en su mano, podría hasta jurar que le gustaba. 

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora