"No puede entrar en razón, quién piensa de forma automática".
—Ayn Rand.
Mina Harrintong.
Logré encontrar a Kaethleen después de preguntarle a cada persona que la conoce dónde podría estar hoy.
Al fin logré verla, estaba sentada en la banca de mármol del parque frente a la plaza central de Tonnevill comiendo una manzana.
Tomé aire y me dirigí hacia ella, debía hacer esto y debía hacerlo bien.
La verdad es que Kaethleen y yo nos parecíamos en una sóla cosa.
Ser dependientes de lo que nos hace daño.
—¡Hola, Kalee! — saludé con entusiasmo.
—¿Qué tal, Mina? — preguntó.
Sonrió, apretó sus labios.
¿Acababa de fingir esa sonrisa para mí?
—Muy bien, ¿Y tú? — respondí con el mismo ánimo.
—Bien — dijo.
Me senté a su lado y volví a tomar aire, sabía que estaban indagando.
Ya había pasado una semana entera desde que mi padre y los otros miembros de la Junta dejaron Tonnevill, éstos chicos parecían saber más que yo y eso era incorrecto de muchas formas.
Entendía que no me dijeran, yo tampoco les comenté acerca de algo.
Sólo necesitaba saber cuánta información tenían y asegurarme de qué no supieran más que yo.
Había escogido a Kaethleen, porque parecía la más inestable de todos, aunque sin embargo sabía que debía ir con cuidado.
Entre mis opciones tenía a Paxton por ser más manipulable y a Diane por ser tonta, pero si lograba llegar a la más frágil, podría crear un vínculo con ella y así seguir obteniendo información después.
—¿Qué tal esta semana? — pregunté.
Estaba buscando la mejor manera indirecta de encontrar lo que quería.
—Como todas las semanas, ¿Y la tuya? — preguntó aunque no se veía muy interesada en saber acerca de mi semana.
Eso me pareció grosero.
Varias gotas de lluvia comenzaron a caer, pero no nos tocaban por el pequeño techo que cubría la banca.
Kaethleen mordió su manzana y observó hacia arriba.
—Bastante bien, hay mucha calma desde que Cameron se fue — dije.
Quise hablar de ese tema en especifico para entrar en confianza.
Las conversaciones paternales tenían que ser difíciles para ella, debía tocar alguna fibra sensible.
—Me alegra por Carter — dijo.
Sonrió con calma y luego carraspeó.
—También por Ivone y por ti — dijo.
Nada de lo que decía se escuchaba honesto. Kaethleen me parecía una persona falsa por ello.
Sin embargo, me esforcé en continuar la conversación.
—¿Qué tal les va sin Matthew? — pregunté.
Opté por tomar su mismo tono de voz desinteresado.
—Normal — dijo.
—¿Cómo es normal? — volví a preguntar.
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Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)
Misterio / SuspensoDisfrazado de una capa de perfección y exuberante belleza, se encuentra el pueblo en el que todos desean vivir. Familias estables, adineradas y otras incalculablemente millonarias es todo lo que lo habita, una sociedad perfecta y un futuro brillant...