Capítulo 3

139 21 35
                                    

"No hay nada permanente en este malvado mundo, ni siquiera nuestros problemas". 

—Charles Chaplin. 

Emiliane Moreauwright. 

Estábamos atrapados en una situación que fácilmente podría pasar por dramática, peligrosa y caótica. 

Todo el curso estaba frente a nosotros.

Sabía que Carter y Paxton no podían defenderse más, mucho menos de tantos estudiantes si todos ellos decidían apiyar a Bruce.

Muy valientes o quizás muy impulsivos habían sido minutos atrás al pelearse ellos dos contra Bruce y su grupo, pero era bastante entendible desde cualquier punto de vista.

Siete personas golpeaban sin piedad a una sola persona.

Me sorprendí a mi misma aceptando que Kaethleen me seguía importando a pesar de dirigirnos la palabra cada cuantos meses, seguía formando parte de mi pasado, de mi infancia, tanto ella como los otros. 

Aquello era algo que no iba a permitir, por el cariño que aún le tenía y no dejaría que sucediera, me lo prohibía como persona.

Eso fue innecesariamente brutal. 

Me sorprendía el hecho de que Thomas estuviera ayudándonos, desde que nos habíamos separado él había formado su propio grupo de amigos que nos detestaban. 

Sin exageración, nos detestaban así que Thomas se había encargado de ignorarnos y sacarnos de su vida, hacer como si no hubiésemos crecido juntos y no existieramos.

El hecho de verlo allí dispuesto a defendernos era inesperado. 

Kaethleen y River acababan de llegar detrás de nosotros, me alivie mucho al verla de pie y no desmayada aunque pareciera a punto de caer en cualquier momento. 

Se veía como si hubiese llevado la golpiza de su vida y aún así estaba ahí. 

River se veía enfadado. 

No me agradaba la idea de qué estuviera aquí, pues cualquier herida debía ser atendida de inmediato. 

Quise pedirle que me dejara llevarla a la enfermería, pero no tuve el valor. 

En mis años estudiando aquí, algo así no se había visto, en la historia de éste instituto jamás había sucedido algo parecido a esto. 

Los dos bandos, bastante desiguales estaban quietos, los amigos y hermana de Bruce lo cubrían, Carter lo había golpeado demasiado, y él mismo no se salvaba, también se veía que había llevado muchos golpes. 

El primero en romper el silencio fue Thomas. 

—¡¿Qué diablos pasa?! — exclamó en un grito de autoridad. 

De nosotros siete, a él era el que más le temían.  

—Bleedwoods se lo merecía, merece que yo la mate, es una perra — Bruce respondió tranquilamente. 

Simulaba que estaba lo suficientemente fuerte como para recibir otro golpe y claramente no era así.  

—Deberías considerar tener más respeto con la hija de quien puede echarte de éste lugar — dijo Thomas. 

Su postura ante la situación era firme. 

—¿Crees que me asusta que me expulsen del puto instituto? — preguntó Bruce con sarcasmo. 

Bruce bufó y le sonrió maliciosamente, retando a Thomas. 

—Hablaba de Tonnevill — respondió Thomas — ¿Por qué aún no eres consiente de lo inferior qué eres ante nosotros?

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora