Epílogo II

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Axel Bonnett.

Mis vellos estaban erizados. 

La imágen ante mí, era digna de temer. 

Cuándo Hades me pidió qué escapara de Éfeso para venir aquí no creí que fuera tan grave. 

Cassandra alejaba a Rixton de ella, Emiliane perdía la consciencia y en cuestión de segundos volvía a recuperarla. Caleb sostenía a Lilieth entre sus brazos con los labios entreabiertos, se encontraba perdido entre la sorpresa y el miedo. Destiny estaba inconsciente y Diane presa del pánico. Carter temblaba de la ira, Thomas se veía derrotado y Paxton parecía estar muerto a pesar de qué respiraba. 

El qué más me preocupó de todos fue Hades, porque no estaba calmado. 

Su pie golpeaba repetidamente el césped con los ojos fijos en Mina, quién estaba esposada y siendo custodiada por Paxton. 

Tragué saliva y al verlos incompletos decidí no preguntar. 

No estaban Kaethleen y River. 

La señora Lilia Bleedwoods fue quién me abrió la puerta cuándo llegué, al ver a Tyker y Kyel a salvo confíe en qué todo estaba bien, pero ocurrió todo menos eso. 

—¿E Ivone? — preguntó Mina. 

Hades detuvo el movimiento en su pie y metió la mano en su bolsillo. 

—Ivone decidió no luchar — dijo Lilia Bleedwoods. — Ella huyó, dijo qué era su oportunidad para ser libre. 

¿Por qué nadie hacía la pregunta importante? 

¡¿Dónde rayos está el par qué falta?! 

Hades relamió su labio superior con su lengua sin dejar de observar a Mina. 

 《Por favor no me digas qué vine para ayudarte a enterrar un cadáver 》. 

Teníamos una manera de comunicarnos para qué los demás no se enterarán, yo solo perdía los nervios y pensaba. 

A veces funcionaba, otras veces no, pero la mayoría del tiempo sí, pues Hades siempre me hacía perder los nervios. 

《Puedo enterrar un cadáver solo》

Mordí mi mejilla inferior izquierda y solté aire por la nariz. 

Aquello por supuesto logró alterarme. 

—Entren al refugio  — dijo Rixton. — Tú no Axel. 

—¿Quién es Axel? — preguntó Carter a la defensiva. 

Claramente yo había sido invisible hasta ahora. 

Las miradas cayeron en mí y me mantuve con el rostro serio. 

Carter se me acercó a escanearme mejor de cerca. 

Sus ojos eran rojos, las venas en su cara se notaban más y a diferencia de la primera vez que nos vimos su piel estaba amarilla. 

Se veía atormentado, lágrimas se formaron solas en sus ojos. 

—¿Por qué mierda él va a quedarse? — preguntó con hostilidad. 

No era bienvenido aquí y no solo Carter me lo dejaba saber. 

Las miradas en Paxton, Diane, Emiliane y Thomas eran de desaprobación. 

No se sentían seguros conmigo ni cómodos, me sentía como presa fácil en manada de cazadores heridos. 

 —Yo… — murmuré. 

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora