Capítulo 27: Segunda Parte.

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River Frolovak.  

Había pasado una hora desde que atendieron a Kaethleen, había estado delirando todo el camino hasta que llegamos al hospital. 

Al llegar, Emiliane llamó a Rixton informando lo que había ocurrido porque Caleb no respondió el teléfono.

Necesitábamos a un adulto. 

Cuando Rixton llegó hizo un interrogatorio separado a Emiliane y a mí, se llevó la mochila de Kaethleen a comisaría y me pidió registrar mi auto y mochila.

Rixton sospechaba que yo había tenido alguna intervención, lo cual me parecía absurdo, pero accedí, si eso ayudaría a Kaethleen de alguna forma yo no tendría ninguna objeción. Aunque para aligerar la tensión creada en ese momento, me dijo que lo hacía por protocolo.

Emiliane salió de la oficina de Ivone y vino hacía mí. 

—¿Cómo está? — pregunté. 

—Ni siquiera completamente estable — respondió Emiliane. 

Sus ojos estaban rojizos, las lágrimas en su mejilla no me dejaban una buena sensación. 

—¡¿Por qué?! ¡¿Qué ocurre?! — pregunté. 

—Ivone no quiere explicarme — dijo Emiliane — Pero estoy casi segura qué se trata de una sobredosis. 

Emiliane se sentó en una de las bancas y tapó su rostro con ambas manos.

Me senté a su lado. 

Estaba tan confundido.

¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué no pude verlo antes? 

No había sido capaz de notar ninguna señal. 

Había estado tan concentrado en el recuerdo que pase desapercibido su comportamiento. En los pequeños temblores cuando me encontró, se veía con más energía, estaba hablando más, todo aquello que decía. 

Kaethleen no era así, si los recuerdos la hubieran conmovido, ella no hubiera sido tan sincera y comunicativa al hacer sus peticiones. 

No fui capaz de detectar su comportamiento por añorar a quién solía ser, ignoré quién ella es por desear charlar durante un tiempo con alguien que ella fue. 

Había estudiado mucho sobre distintas drogas con Kaethleen, sabía qué nunca consumiría alguna de ellas por cuenta propia. Cuando Kaethleen me confesó estar haciéndose adicta a las pastillas para dormir buscamos todo tipo de información acerca de esos comprimidos y distintas drogas. 

No podía encontrar alguna en específico que estuviera acorde con su comportamiento. 

Primeramente se había visto con bastante control de sí misma a pesar de los temblores que manifestó, se veía con confianza a hablar de lo que sentía, estaba eufórica, inquieta.

Por eso el exceso de energía al conducir 

No parecía apenarse a exhibiciones cuando se quitó la camisa, sudo mucho, apenas se le entendía al hablar, se puso agresiva, le faltaba el aire, su ritmo cardíaco se aceleró, pasó por todas las etapas frente a mis ojos y no me di cuenta a tiempo. 

—Kaethleen dijo que ella quería que tú bueno… — dijo Emiliane — Coito.

¿Ella en serio quiere tener esta conversación? 

—Ella no sabía lo que quería — dije. 

—Lo sé, te escuché — dijo Emiliane — Yo no dude de ti, solo que…

Emiliane hizo silencio. 

—¿Qué? — pregunté. 

—Tal vez Rixton y Caleb sí lo hagan — dijo — Incluso Lilieth, no lo sé, pero sé que probablemente Caleb y Rixton sí. 

Tonnevill: El legado de los 7. (Condenados 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora