Good girls are bad girls [Done]

[Capítulo 34]

   Cuando estaba por subir la escaleras vi a Mare. Ella estaba con los brazos cruzados en frente de la puerta. Tragué duro. Ella bajó los peldaños, me observó de pies a cabeza y... Me abrazó. Me quede rígida. ¿Por qué habría de abrazarme?

   —Estuviste genial, _____.

   —¿Gracias? —dije aún atónita.

   —Ya era hora de que le acomodaran las ideas a esa zorra con extensiones. —Ella hizo una mueca y yo reí.

   Subimos Mare y yo riendo. Al llegar Travis vino a corriendo hacía mi.

   —_____ ¿Qué te hizo? —preguntó el mirándome de arriba a abajo.

   —Nada que no pueda soportar. —Mare rió— Después veremos cómo quedo ella —susurré.

   —¿Qué?

   —Nada —dije rápidamente dirigiéndome al living a sentarme en el sofá de un cuerpo.

   Al sentarme hice una mueca. Travis llegó a mi lado y me miró. Dirigí la mirada hacia la televisión, sin darle mucha importancia. Sentí una mano sobre mi estómago y rápidamente me volví para ver a Travis levantándome la blusa y dejando al descubierto mis hematomas. Me encogí en el sofá mirando el suelo.

   —¿Quién fue? —preguntó él con los dientes y puños apretados.

   —Travis no... —dije negando cuando él me interrumpió.

   —¿¡Quién demonios fue!? —medio gritó.

   —¡Basta Travis! —grité— Ya pasó. Lo hecho, hecho está. Ellas no dejarán de moles...

   —¿Ellas? —repuso él con el semblante serio.

   —Sí Travis, ellas —dije suspirando—. No te daré más información que esa. No insistas.

   Él soltó un suspiro de frustración. Me levanté y fui a darme una ducha de agua fría. Al salir me dirigí a la habitación, me cambié y me recosté. Travis llegó minutos después, se desvistió y se sentó junto a mí.
   Ninguno de los dos decía nada y la carencia de sonido se estaba volviendo insoportable. No soporté más el silencio, así que hablé.

   —Trav, no te enojes. Son mis problemas y no te quiero en ellos...

   —Mierda _____, ¿Por qué eres tan cabezota?

   —Travis, no quiero que estés siempre en el medio. Si me molestan, déjalos —dije encogiéndome de hombros—. A mi no me importa, a ti tampoco tendría que importarte...

   —_____, te golpearon. Eso ya es pasarse de la raya. No puedes estar siempre evadiéndote. Hay que hacer algo para que te dejen en paz y...

   —Travis, no. Lo hecho, hecho está. Ya deja de pensar en eso y duerme —dije apagando la luz.

   Travis suspiró pesadamente. Él se recostó y yo le seguí. Lo miré detenidamente durante un largo rato hasta que su respiración se volvió lenta y acompasada. No resistí y le besé la mejilla para luego susurrar en su oído...

   —Gracias por cuidarme, Trav.