[Capítulo 49]

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[¡Atención! Penúltimo capítulo]

   —Entonces eso fue lo que hice. —Las fosas nasales de Ian se expandían violentamente por la manera tan abrupta en la que respiraba— Pero espera un segundo. Yo la amo...

   —¡¡¡Tú no la amas, idiota!!! —gritó él enfurecido— ¡No puedes amarla y haberle hecho eso! ¡Te mataría ahora mismo de no ser que ella te sigue amando!

   —Ya se que soy un idiota, y que en realidad no merezco sus disculpas, ni siquiera merezco su dulce mirada, pero...

   Miré hacia abajo y tragué en seco.

   —La amo. La amo y eso es algo que no puedo negar. La amo y cada vez que ella está a mi lado siento que puedo ser quien soy en verdad, que puedo respirar libremente y sin temor, que ella me apoyará en cada decisión que tome, sea la correcta o sea errada, que ella me acompañará a donde sea que vaya... —La sonrisa soñadora que tenía hasta ese momento se borró de mi rostro— O, al menos, lo sabía.

   —Mira idiota. —Las lágrimas resbalaban por mi rostro y aún no me sentía lo suficientemente seguro de poder mirarlo a los ojos sin sentir vergüenza— Mi hermana junto a mi padre es lo único que me queda en este mundo y su felicidad es la mía. Si ella te perdona y vuelven a estar juntos, yo te aceptaré. Si no es así y ella esta demasiado dolida para confiar en el amor nuevamente, juro con mi vida que te haré sufrir de maneras que ni siquiera te imaginas.

   —Está bien, me lo merezco.

   —Bien —dijo cortamente—. Ahora iremos por mis amigos para hallar a mi pequeña. —Sonrió.

   Point Of View _____:

   Desperté. ¿Cuánto tiempo habiat dormido? No Tenía idea.
   Suspiré con pesadez y me dirigí al baño para tomar una relajante ducha.

* * * * *

   Al terminar me vestí con la misma ropa con la cual conocí a Travis. Una lágrima resbala por mi mejilla al recordarlo.
   Había sido fuerte tanto tiempo que había olvidado lo que era un verdadero dolor, algo que marque mi vida, algo con lo que diga "Hasta aquí todo seguía normal y monótono, pero pasó esto y... Algo en mi murió".
   Y habían sido sólo dos cosas, pero seguidas, que lograron matar una parte de mí. La única parte tranquila que quedaba en mi se había ido y dudaba que pudiera volver, pero ya no tenía importancia.
   Escuché unos golpes en la puerta de abajo. Limpié rápidamente mis lágrimas y de dos en dos salté los escalones.

   —¿Quién es? —grité.

   —¡La ardilla está en el árbol! respondió una voz gruesa al otro lado y mis ojos se abrieron como platos.

   —¡Mierda! —Maldije en voz baja antes de abrir la puerta— ¿Qué haces aquí?

   —He venido a buscarte.

   —No te he pedido que lo hagas.

   —No lo hago por ti, lo hago por Ian.

   —¡Qué susto! —dije en gesto teatral colocando una mano en mi pecho— Por un segundo creí que en verdad te importaba.

   —Siempre lo has hecho.

   —Si has venido hasta aquí solo para mentirme, puedes irte, no necesito un guía, yo se donde vive.

   —Ya te lo dije, lo hago por tu hermano, no por ti.

   —¡Qué alentador se oye eso! —dije sarcástica y rodé los ojos— Adiós.

   Cerré la puerta en su rostro y al darme la vuelta un gran estruendo me detuvo

   —Te lo dije, hago cualquier cosa por él. —Me abrazó desde atrás, logrando retener mis brazos.

   Mordí mi labio inferior al pensar que por más resistencia que tuviera, él no se detendría, así que sólo me dejé caer como un peso muerto.

   —Sabía que al final sederías.

   No contesté, si lo hacía estaba segura de que mi puño terminaría incrustado en su rostro y eso no era lo que buscaba en esos momentos.
   La gran camioneta negra se mostraba imponente frente a mí al momento en que me arrojaron dentro. Como los odiaba. Me limité a mirar hacia la ventana hasta llegar al departamento de Ian.

Good girls are bad girls [Done]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora