[Capítulo 40]

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   Point Of View _____:

   Salí muy nerviosa de ducharme. No sabía cuan enojado estaría Travis, ni que podría llegar a hacer. Respiré hondo antes de girar el pomo de la puerta y ver a Trav tranquilamente sentado en el borde de la cama. Me acerqué y me senté a su lado. Él tomo mis manos y me miró detenidamente antes de hablar.

   —_____ —Suspiró— La verdad es que... —Tragó duro— Yo te amo, y aunque me hayas ocultado lo de las peleas te seguiré amando siempre... —Una pequeña sonrisa se escapó de mis labios, liberando así todas las inseguridades que sentía.

   Tomé a Travis del cuello y lo acerqué hacia mí para darle un lento, tierno y profundo beso. Él me siguió, colocó sus manos en mi cadera y me senté sobre él, aún sin romper el beso. Las cosas subieron de tono y pronto pude sentir que en la habitación la temperatura era más alta.
   No se cómo ni en qué momento, pero Travis se encontraba sobre mi mirandome a los ojos, con la pregunta plasmada en su rostro. Sólo asentí y él prosiguió para poder convertirnos en uno. Al principio dolió, pero luego el dolor fue reemplazado por placer...

* * * * *

   Al despertar no vi a Travis por ningún lado, pero no le tomé importancia. Me duché. Me decidí por un short de jean tiro alto, una blusa suelta color azul marino y mis convers. Al acabar, puse las sábanas a lavar. Sí, había perdido la virginidad con el hombre que amaba, y no me arrepentía de ello. Desayuné y me dirigí a Morgan para comenzar con las clases habituales.

* * * * *

   En toda la mañana no había visto a Travis y eso me preocupaba. Estaba muy nerviosa mirando el reloj, esperando que de la hora.
   Cuando tocó el timbre —al fin— y salí del salón todos se reían de mí, más de lo usual.

   —¡_____, _____! —gritaron a mis espaldas. Volteé y pude ver a Mare correr hacia mí— Debes ver esto, sígueme.

   Mare me tomó del brazo y me tironeó de él hasta llegar al salón de cine. «¿Por que estamos en el salón de cine?» pensé, pero al entrar todas mis dudas se aclararon. Mi boca se abrió formando una perfecta "O" y oí claramente el sonido de mi corazón rompiendose en mil pedazos. No dije nada, no me moví, prácticamente no respiré. Sólo miré la escena que se planteaba frente a mi.
   Travis nos había grabado teniendo relaciones y no solo eso, lo estaba mostrando a toda la universidad. No podía sentirme más derrotada, más dolida de lo que ya lo estaba. En ese momento no importaba la humillación, no importaban las risas, ni que me apunten con su dedo acusador. Sólo el dolor que sentía por dentro, la traición.
   Volteé y dejé el salón caminando tranquilamente hasta mi habitación que estaba en la universidad. Al llegar me arrojé boca abajo sobre la cama y todo lo que había estado reprimiendo salió a flote. Comencé a llorar de una manera que no creía posible. Lágrima tras lágrima caían por mi rostro y los recuerdos inundaban mi mente.
   «—Sólo quise quedarme un poco más de tiempo allí dentro [...]
Pues no vuelvas a hacerlo, estaba preocupado.»
   «Te deseo, _____»
   «No te dejaré sola...»
   «— _____ no te dejare sola en ningún momento. No quiero que te molesten porque yo... [...] Yo... Te quiero _____.»
   «—Esos labios son mí perdición.
Tú eres mí perdición»
   «Te amo»

   El llanto se incrementó.
   Oí la puerta abrirse y cerrarse y pasos acercándose hasta la cama, sin embargo, no levanté la cabeza para saber quién era.

   —_____, ¿Estás bien? —preguntó Mare— Pero que digo, obviamente no estas bien. Cálmate, ya todo pasará, lo prometo —dijo haciendo suaves caricias en mi cabello.

   —Mare —susurré y ella me miró espectante—. No quiero volver a verlo nunca más. Por favor, no le digas donde estoy, ni que hago, es que... —Sollocé— Mare... Yo... Le entregué mí virginidad. —Bajé la mirada para posarla en mis manos, avergonzada.

   —Lo mataré —dijo Mare apretando los dientes—. Mataré al maldito bastardo.

   —No, no lo harás —dije tranquila—. Déjalo Mare, yo se que... Él jugó conmigo, pero yo le mentí durante mucho tiempo...

   —_____ —Me cortó ella— ¡Eso no lo justifica, maldita sea! Es un idiota, una basura, un maldito bastardo...

   Dejé de oír todo lo que decía y centré mi mirada en el suelo. Nunca había querido enamorarme y ahora... Un idiota había roto mi corazón en miles de pedazos. Aunque amaba a ese idiota, no podría... No lo perdonaría. Esa era mi decisión final. Había ido demasiado lejos como para volver atrás.

Good girls are bad girls [Done]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora