Good girls are bad girls [Done]

[Capítulo 6]

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   Vi a Travis acercarse hacia donde estabamos Mare y yo.
   Inmediatamente me alejé un paso y mordí mi labio inferior. Dios, como odiaba tener que ser la chica buena.

   —_____ no tienes miedo de ir a una pelea ¿Verdad? —dijo Travis haciendo un puchero. Agh, por favor, no podía verse más patético. Al instante ideé algo que decir para que pensaran que me daba miedo o que no me gustaba.

   —Es que… —dije y me acomodé un mechón de cabello que se había escapado de mi coleta— No suelo ir a esos lugares —susurré. Puras mentiras.

   —Ven _____, no te pasará nada, sólo trata de quedarte cerca de Shepley o América.

   —Muy bien —respondí mirando el suelo.

   Llegamos hasta un edificio color gris algo deteriorado y bajamos por las escaleras que estaban en ruinas, la gente estaba apretada hombro contra hombro, y el aire era una mezcla de sudor, sangre y moho, ese olor tan familiar que reconocí al instante. Las voces se arremolinaban mientras gritaban números y nombres una y otra vez, los brazos se agitaban y se hacían gestos para intercambiar dinero y comunicarse a través del ruido. 

   —______, ¡Sostén fuerte tu dinero! —escuché a Mare gritar entre la multitud.

   —¡Quédate cerca! ¡Empeorará una vez que comience! —gritó Shepley. Puff, como si no lo supiera.

   América me tendió su mano pero no la tomé, hice como si no la hubiera visto. No me gustaba que me arrastraran de un lado a otro, prefería ir sola. El balido agudo de un cuerno de toro resonó en el aire. Me giré y vi a un hombre parado sobre una silla de madera, sosteniendo un fajo de billetes en una mano y el cuerno en la otra.

   —¡Bienvenidos al baño de sangre! Si estás buscando Economía 101… ¡Estás en el jodido lugar equivocado, mi amigo! Si buscas el Círculo, ¡Esto es Meca! Mi nombre es Adam, yo hago las reglas y dirijo la pelea. Las apuestas terminan una vez que los oponentes estén en el suelo. No se permite tocar a los combatientes, no ayudarlos, no cambios de apuestas, y no entrar en el cuadrilátero. ¡Si rompen estas reglas, se les partirá la madre y serán retirados de aquí sin su dinero! ¡Eso las incluye a ustedes, señoritas! ¡Así que no utilicen sus puterías para estafar al sistema, muchachos! —Aquellas palabras me hicieron reír, pero Shepley negó con la cabeza en muestra reprobatoria.

   Adam llevó el cuerno de toro nuevamente a sus labios, y los gritos y el movimiento se hicieron más intensos.

   —¡Esta noche tenemos un nuevo retador! ¡El luchador estelar universitario de Eastern, Marek Young!

    Los gritos siguieron, y la multitud se apartó cuando Marek entró en la habitación. Un espacio circular fue formado, y la multitud silbó, abucheó y se burló del rival. Él saltaba, sacudía el cuello hacia atrás y adelante; su rostro severo y concentrado. La multitud se calmó.

   —¡Nuestro siguiente combatiente no necesita presentación, pero porque me asusta hasta la mierda, lo haré de todos modos! ¡Sacudan sus botas, chicos, y quítense sus bragas, señoritas! ¡Les presento a Travis “Mad Dog” Maddox!