Good girls are bad girls [Done]

[Capítulo 11]

   Ya eran las 6:30 am. Tenía que levantarme para ir a mis clases. Me bañé, me vestí, cepillé mis dientes y cabello y me maquillé. Al salir del baño encontré una nota de Mare que decía:

   _____:

   Me quedé en casa de Shepley, nos vemos en clase. Por favor no digas nada.

Mare.

   Sonreí. Claro que no iba a decir nada. Mare había sido mi salvación, mañana tendría que ir a pelear y ya podría ganar dinero, además de relajarme. Salí de mi habitación y me dirigí a la primera clase.
   Al entrar al salón sentí todas las miradas puestas en mi. Pude divisar a Travis en los asientos del fondo, pero me senté adelante de todo, como una chica buena.

   —Hey, tú —dijo un chico lanzándome un papel a la cabeza— Hey, te estoy hablando, mírame. —Lo ignoré y no dijo nada más hasta que sentí una mano en mi mandíbula— Te estoy hablando, mírame —dijo el mismo chico tomándome fuertemente del rostro. Solté una lágrima falsa. Me sentía una estúpida haciendo esto, sabiendo que podía darle una buena patada, pero debía hacerlo.

   —Ya suéltala, Chris. —Escuché decir a una chica detrás de mi. Genial, alguien me ayudaba— Ella no lo vale. —Adiós mini alegría. Chris me soltó y volví la vista a mi libreta.

   —Tienes razón Lex, ella no lo vale. —Y con esto último se alejó. Gruñí mentalmente. Odiaba esto. Quería golpearlos a ambos, darles una cucharada de su propia medicina.

   Siguieron molestándome el resto de la clase, y en todas las otras clases.
  Finalmente llegó el almuerzo y fui con mi bandeja a buscar la comida. Estaba yendo a sentarme con América y Shepley, cuando sentí algo caer por mi cabeza. La idiota de Lexi me había arrojado un refresco encima. Lo único que hice fue huir, como una chica tonta, la cual escapa de sus problemas.
   Fui al patio de Morgan, me oculté entre los árboles y saqué mi infaltable paquete de cigarrillos. Escuché a alguien llamarme, pero tomé mis cosas y seguí avanzando en dirección opuesta a la voz. No quería que me descubrieran.
   Volví a las clases luego de una hora y después regresé a la habitación para no volver a salir.