Good girls are bad girls [Done]

[Capítulo 10]

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   América y yo llevábamos casi toda la tarde arreglándonos. Yo llevaba unas leggins negras con una camisa algo transparente color crema con bolsillos negros y tirantes. Llevaba puesta unas botas negras media caña y mi cabello estaba todo hacia un costado.
   Mare llevaba una blusa gris también transparente, que en la parte de atrás era negra y llevaba unos jeans azules con botas. Su cabello estaba suelto con una raya al medio y llevaba un precioso bolso color rosa suave.

   —Mare, te vez preciosa —dije haciendo un gesto con la mano para que de una vuelta.

   —Gracias. A ver, date una vuelta —asentí y lo hice— Tú también te vez de maravilla.

   —Gracias.

   Su celular sonó e inmediatamente contestó. Me quedé mirando dentro de mis maletas las cintas de boxeo que se colocan en las manos. Dios, ya quería que fuera martes para poder ir a las peleas, simplemente era algo que adoraba.

   —_____ vamos que los chicos ya están en la puerta.

   —Muy bien, vamos —dije cerrando mi maleta.

   Al bajar Travis se quedó como embobado viéndome, recorriéndome de pies a cabeza. Lo mismo sucedió con Mare y Shepley.

   —Travis, Shepley —dije chasqueando los dedos frente a sus rostros—. Rápido o llegaremos tarde.

   Ellos reaccionaron y bajaron la cabeza avergonzados, mientras Mare y yo reíamos. Subimos todos al auto de Shepley y al llegar nos sentamos en unos apartados.
   Hablamos de cosas sin importancia, hicimos chistes y nos reímos la mayor parte del tiempo. Luego de pagar la cena, en la que todos colaboramos, fuimos a The Red Door, un bar con pista de baile.
   Fuimos a la barra y pedimos unas cervezas. Miraba como todos parecían hipnotizados, el descaro de los hombres y como las mujeres parecían casi desnudas con esas mini faldas y esos tops.

   —¿Bailamos? —preguntó Travis a mi lado.

   —Yo nunca he bailado como ellos —dije. Otra mentira.

   —Yo te enseño —dijo Travis arrastrándome hacia la pista de baile.

   Nos adentramos en el mar de gente hasta llegar al centro de la pista. Travis se movía bien. ¡Demonios! Se movía estupendamente y yo aquí fingiendo no saber hacer nada. Me frustré y me fui hacia la barra.

   —Mira Travis, no tengo problemas contigo es simplemente que estando aquí no me siento en mi… elemento —dije mordiendo mi labio inferior. Otra mentira.

   —Está bien, si quieres te llevo a Morgan.

   —Claro, vamos —dije y asentí—. Déjame avisarle a Mare.