Capítulo 1.

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El renacer.

(Cuando Gyneth tenía 7 años)  

—¡Mamá! 

 —Gyneth escúchame. Necesito que seas como yo, que te conviertas en alguien como yo, más no le digas a tu padre, jamás, ¿Entendiste?

Asiento dos veces, que sea como ella, si eso quiere eso seré. 

—Ahora ve, escóndete y hazlo. 

—¿Mami?

—Cariño, te amo... 

La puerta se abre de un golpe, entro a la chimenea, ocultándome de mi padre. Mi madre solloza, en el piso, y no escucho nada, ya que mis manos están en mis oídos, cierro mis ojos y trato de pensar en otra cosa. 

De pronto, se escucha un golpe en seco, ya pasó. Papá lo hizo. Adiós mami, te amo. 

Se vuelve a escuchar la puerta cerrarse, significado de que papá ya se fue. Salgo como puedo de mi escondite, encontrando a mami con un pedazo de madera en su pecho, del lado izquierdo. Las venas se resaltan en su cuerpo, y su piel está pálida. 

Sorbo mis mocos, limpiando mi nariz con la manga del camisón. 

—¿Mami?— Me hinco a un lado, y como ella me enseño, poso dos dedos en su cuello, no tiene pulso, eso... significa que murió. 

Como puedo, la abrazo, susurrando un "te quiero". 


12 años después...

Sonrío a mi padre, quien me cuenta no se qué del Reino. 

Mi casa, está a las afueras del Reino, pero sigue siento parte de Dryal. 

—Padre, Keiler, me retiro a dormir. Feliz año nuevo— Mentira. 

—Feliz año nuevo Gyneth, descansa. 

—Descansa hermanita— Ruedo los ojos ante la última palabra de Keiler. ¡Solo es mayor que yo por dos minutos! ¡DOS MINUTOS! A parte, ya cumplí los 19, no soy tan pequeña. Mi gemelo es fastidioso. 

Me retiro del comedor, y voy hacia mi habitación. Me quito el Corset, los inicios de 1900, nuevo siglo y tengo el poder de decir que nací en el siglo pasado. 

Cambio el vestido por mi camisón y voy a mi cama. Me hinco y quito una tabla de madera del piso, ahí yace la caja y el sobre que mamá me dejo, antes de morir. 

Bien, mamá dejó un frasco, con no se que pero bueno. En la hoja a un lado de este, una carta, más bien, especificaba lo que debía hacer. 

Me voy a convertir, así como me lo dijo antes de morir, "conviértete en alguien como yo" 

Sus especificaciones son claras, tomar el líquido dentro del frasco, y sumergirme en el lago  de enfrente por un minuto. ¿Para qué el lago?  

"Las aguas del lago negro, son capaces de curar a cualquier enfermo, y otorgar beneficios a quien sea que se sumerja en el por un minuto" Recuerdo las palabras de mi madre, aquella solía ser la historia que me contaba para poder dormir, La Leyenda del Lago Negro. 

—Bueno... lo haré. Por ti mamá— digo alzando el frasco con el líquido rojo metálico al "cielo" y después, de un trago, me lo tomo. Hago una mueca por el sabor, sabe raro y metálico, por lo que deduzco que es sangre o algo parecido. 

Lo siguiente que hago, es sumergirme, con todo y ropa en las aguas negras del lago, camino hasta que el agua me llega a los hombros, cerca de la mini isla que hay en el medio del lago. Agarro aire y me sumerjo. 

V de Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora