Capítulo 24.

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Dos flechas.

—¡¡Gyn!!— no tuve tiempo de reaccionar, todo pasa en cámara lenta. 

Lo siguiente que veo es a mi hermano correr hacía mi, después como que me avienta, me golpeo la cabeza y después de eso solo veo oscuridad. 

Soy consciente de los gritos de Kol, hacia ambos. Supongo que a mi hermano le ha dado la flecha, y pues a mi, solo me golpee la cabeza. 

La oscuridad se convierte en luz blanca intensa, y un túnel sin fin.

—Gyneth—susurros lejanos se escuchan, una voz femenina. 


Un escenario se reproduce, no se si es obra de mi mente o de verdad pasa. 

Mi hermano, junto a Caire y una bebé. 

Pelirroja como su madre, con los mismos ojos que su padre. 

Mi hermano se ve feliz, mientras carga a la bebé y pronuncia cosas no audibles. Pero las carcajadas de la bebé, si lo son. 

Mi hermano gira sobre su propio eje, levantando ambos brazos, la bebe entre ellos. 

Felicidad. 

Se ve feliz. 

—Mi dulce Hesketh— susurra Kei.


—¡Gyn! ¡Gyn!— una voz me llama, poco a poco voy reaccionando, arrugo mis ojos, y jadeo ante la palpitación en el lado derecho de mi cabeza. 

Cuando abro los ojos, el trío de idiotas me observa. Mi mirada se concentra en mi hermano, quien tiene una venda cubriendo su brazo y pecho, del lado contrario al corazón. —¿Cuánto a pasado?

—Dos semanas— habla mi hermano. 

—¿Qué? ¡¿Estuve dos semanas inconsciente?! 

Los tres asienten. 

Jo...der. 

Los tres me ponen al tanto, ¿Quién era el chico que disparó? No lo sé. ¿Sigue vivo? No. 

¿Cómo murió? Kol lo asesinó. 

Según Kilian y Kol, la flecha iba disparada por mi, mi hermano me empujó, le terminó dando a el en el hombro, al empujarme resbalé y me golpeé la cabeza, quedando inconsciente. Kilian fue con mi hermano, ya que empezó a sangrar demasiado, yo respiraba, débilmente pero lo hacía. Kol asesinó al chico, no sin antes interrogarlo. Pero lo único que obtuvo, fue una escupida en la cara. 

Mi hermano despertó tres días después de lo ocurrido, y yo, dos semanas. 

Recuerdo el escenario que vi, el de mi hermano y otro más. Pero ese no lo tengo tan claro. Se veían manchas, dos pequeñas y una más grande. 

¿Qué será?

Por la tarde, mi hermano me lleva a una habitación, y prácticamente hace todo por mi. 

—Por última vez, Kei. Estoy bien, no es necesario todo esto— mi hermano lleva todo el día junto a  mi, cuidándome. Y aunque me gusta que lo haga, no me gusta que se preocupe mucho. Además, también está lastimado, incluso más que yo. 

—Ya lo sé, pero necesito que estés bien. Tengo algo que decirte. 

—Soy toda oídos. 

—Bueno yo... hace tiempo, fui a...— mi hermano empezó a explicarme, y cuando finalizó, una cachetada fue lo que recibió. 

—¡¡Qué hiciste qué!!— me exalto. —¿Keiler eres menso o qué? Perfectamente sabes que Kirk nos quiere matar, y no estoy dispuesta a vivir sin ti. Además, tu tienes familia o por lo menos en el futuro la tendrás. 

V de Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora