V de Vampiro.

Epílogo.

Unos años más tarde...

(1912).

—Gyneth, ya puedes irte. Ve con tus-

Lo interrumpo. —Sí, gracias. Nos vemos el lunes. Que tengan lindo fin de semana. 

Llego a la calle y abordo un vehículo. Termino mi café mientras el chofer maneja hasta el supermercado. Tengo que comprar unas cosas que me faltan. 

Cuando ya las tengo, vuelvo al coche y llego a casa. 

La ciudad de Oxfordshire, cerca de la universidad de Oxford. Es hermoso, decidí mudarme, irme de Dryal. Necesitaba respirar aires nuevos. Cerrar ciclos. 

Después de lo que pasó con mi hermano, pude superarlo hasta unos 4 años después. Necesitaba salir, todos, de hecho. 

Hablé con Kilian la semana pasada. Lo de cambiar el nombre del reino, juntarse y demás, se pospondrá, unos años más. 

No me quiso decir porque. 

Ahh, se terminó casando con la duquesa, condesa o como se llame. La misma chica que le coqueteó a mi novio. 

Hablando de Kol, no he hablado con el desde hace unos años, decidimos dejarlo por medidas de seguridad, además de cosas entre parejas. 

Por lo que sé, Danhy cumplió trece años, e ingresó a la academia de arte. 

Claire... Claire es feliz. 

Entro a la casa y dejo las cosas en la barra. La señora del aseo, Lilith me recibe con una sonrisa, como todos los días. —Lilith gracias. Te veo el lunes. 

Hoy es viernes. Lindo viernes. 

Desde que empecé a trabajar, como abogada, me ha ido bien. Y los viernes y sábados han sido mis días favoritos. 

Camino hasta el patio, en donde dos chiquillos juegan con su pelota. Observo el jardín,  está la piscina, la casita, la mesa, sillónes, columpios, los niños, un florero roto, un pe-

Un florero roto, genial. 

—Nate, Stefan. ¡Quién rompió el florero!

Ambos niños vienen con su pelota.

Nate señala a Stefan y Stefan a Nate. 

Me río ante la acción. 

Esos niños son muy traviesos. Y eso que solo tienen 5 años.

Me hinco en cuclillas y les revuelvo el pelo a los dos. —Ya, vallan a jugar. Pero si vuelven a romper algo los haré limpiar la casa.

Se ríen y se van. Pero vuelven y cada uno me da un beso en la mejilla.

[...]

—¡¡Mami vamos al cine!!— Stefan me jala del brazo. Emocionado. Nate solo camina a mi lado, al mismo ritmo que yo. 

Gemelos. 

Stefan tiene la personalidad de Keiler. Nate tiene el lunar de Keiler, y personalidad mía. 

Agradezco que no hayan salido como su padre. Era un idiota. 

Llegamos al cine, en carteleras, hay una película infantil, por lo que los niños están emocionados. Sonrío por la emoción de Stefan y la de Nate, aunque no lo muestre tanto. 

—Me da tres entradas para la película infantil, por favor. 

El chico asiente, y me da los tres papeles, le doy el dinero y con palomitas, nos dirigimos a la sala. La película es realmente aburrida, pero al parecer a mis hijos les gusta. 

Por poco, me quedo dormida, pero los dos chiquitines a mis lados me lo impidieron. 

La película se acaba como dos horas más tarde y cuando salimos del cine, se ve el atardecer. 

—Niños, miren— señalo el cielo. —Vamos a nuestro lugar especial. 

Ambos chillan de emoción. Desde que me mudé, solía ir a la terraza de mi casa a ver el atardecer y las estrellas. Cuando nacieron mis bebés, también les gustó. 

—Mami— me llama Nate. Volteo a verlo y señala una estrella. —Mi tío Kei. 

Sonrío y volteo a ver la estrella que señaló. La más brillante de todas. —Sí, el nos cuida desde allá arriba. 

Ambos sonríen al cielo y saludan. Eso me genera un poco de tristeza, nostalgia y felicidad. 

—Tu lunar, Nate— señalo su lunarcito. —Está justo en donde él lo tenía. 

Volteo a ver a Stefan. —Tu personalidad Stefan, es igual a la de él. 

—¿Lo extrañas?

—Mucho. Su tío Keiler, fue la persona más importante en mi vida. Mi compañero en todo. Murió como un héroe. 

Los niños se juntan más a mi. Ambos bostezan, significado de que ya quieren irse a dormir. 

—Bien, duendecitos. Vamos a dormir.

Entramos a la casa, y los dejo a ambos en sus cunas. —Descansen. Mami los quiere. 

Cierro la puerta y exhalo. 

Desde aquí puedo escuchar a mi hermano decir "Que linda mamá" riéndose. 

Quisiera que supiera que lo amo, y que estoy cumpliendo su promesa de vivir por los dos.

Vivir, palabra que lleva una V, de vampiro.