V de Vampiro.

Capítulo 27.

La misión.

Kol. 

¿Cómo se ve que una pelea es justa? 

Dependiendo de cuan ta sangre tienen en la cara. 

Siendo Vampiros, cuenta la estrategia, rapidez, fuerza y la resistencia. 

En este caso, ambos están igual, Kirk es un poco más fuerte ya que se alimenta de... personas, mientras que Keiler, Gyn y yo solo nos alimentamos de animales o, sangre en bolsas. 

Sí, Gyn dejó de asesinar criminales hace mucho tiempo, casi desde que Danhy vive con nosotros. 

Keiler golpea a Kirk, Kirk a Keiler y parece que nunca terminarán.

—¡¡Un golpe más y los asesino a los dos!!

El grito detiene toda acción. Todos volteamos a ver a Gyn con una ballesta, y flechas. Maldita testaruda. 

—Un paso más, Gyneth y te encierro en el sótano.— hablo. 

—Cállate amorcito— obviamente lo dice con sarcasmo. —¿Porqué están peleando?

—Kirk quiere a Danhy, pero no estamos dispuestos a darle al niño, quiere asesinarnos y justamente lo puede hacer ahora mismo que estas aquí, pero no lo hará porque esa ballesta, es de papá. 

Gyn observa la ballesta, y la deja en posición para disparar. —¿Esta ballesta?— agarra el gatillo. —¿Qué hace este botón?

Presiona el gatillo y la flecha sale disparada hacia Dorian, quién está tan distraído que se da cuenta hasta que la flecha esta en su pierna. 

—Lo siento— hace una carita. 

—Kirk, lárgate de una vez— habla Kilian, y Kirk solo se dedica a huir con su amigo o lo que sea. 

Una vez que se fueron, Keiler toma la actitud de hermano, camina hacia su hermana, la hace soltar la ballesta y la carga como costal de papas. —Keiler bájame. Maldito gemelo. ¡¡Bájame!!

No la baja, o al menos, la baja hasta llegar a su habitación. 

—Por lo que me contaron, Kirk me puede matar y me matará en una situación donde tu estés, veas, sientas y escuches todo. O viceversa. Así que, siendo mayor que tú, te prohíbo salir a menos de que alguien te acompañe. 

—No tienes derecho a prohibirme nada, eres mi hermano y eres minutos mayor, no vale. 

Me acerco a donde Gyn. —Nena, tu hermano tiene razón, hay una amenaza de muerte hacia ambos y no estamos dispuestos a hacer esa amenaza realidad.

Keiler nos ve a ambos como "Qué rayos". Gyn se va con Danhy y Los tres K nos quedamos en la habitación. 

Su hermano se voltea hacia mi, con mirada asesina. —Lo que sea que tengas con mi hermana, cuídala cabrón, si pasa algo te mato. 

—Cálmate Dich, tu hermana es especial, no le haría daño. 

—Más te vale. 

[...]

Keiler. 

Camino de un lado a otro en la habitación. ¿De donde sacó la maldita ballesta? 

Testaruda, Terca, y a veces, impulsiva. 

—¿Qué haces cariño?— la voz de Claire me distrae. Esta somnolienta, son las tres de la mañana, pero no he podido pegar un ojo.