V de Vampiro.

Capítulo 7.

Rey.

—Día número diez en la búsqueda. Han ocurrido varios ataques, hechos por "animales" según el pueblo. Pero todos coinciden con la marca de una mordida, y lo típico de Kirk romper su cuello. Más el pueblo no sabe quien o que causa estas muertes— Kei cambia de página. —,Día número once, he dado con mi hermano, en la cueva de la montaña. Lo he sometido a una intensa tortura, encadenándolo hasta que pasara pero fracasé. Terminó bebiendo de mi sangre sin asesinarme. Según él por hermandad. Su debilidad, su arco, el cual está debajo de su cama. 

—¿Debajo de su cama?

Kei y yo salimos de la biblioteca. Ni idea cual era su cuarto, por lo que cuarto por cuarto, revisamos. No en el mío, ni en el de Jo, ni en el principal, ni en el de Keiler. Nada, no se cual era. 

—Venga ya, vete a dormir, Gyn. Mañana lo seguimos buscando. 

Mi hermano me obliga, prácticamente a irme a dormir, cosa que no logro con facilidad ya que estos últimos días, he estado a todo dar buscando información sobre Kirk y demás. 

Mi habitación queda a dos de la de mi hermano, y aún así puedo leer sus pensamientos. 

"Joder, ¿en donde puede estar? El maldito arco, maldito arco, ¡Joder!"   "Gyn, sé que lo estas leyendo, ya duérmete. Mañana seguimos, ya me voy a dormir también" 

Y... no leo más, si se duerme ya no puedo. No me queda de otra, más que dormir. Cosa que no puedo hacer fácilmente. Pero a fin de cuentas, termino durmiendo. 

—Día número ciento diez en la búsqueda de Kirk. Después de unos años de su ataque contra mi, pausé la investigación y crear mi propia familia y tener mi vida, pero hoy la retomo. Dos pequeños, gemelos, Gyneth y Keiler. Un año después de mi boda, ahora soy padre. Retomo la investigación, para mantener a salvo a mi familia. 

Ruedo los ojos ante lo escrito. Kei lo lee mientras que yo intento entrar en sus pensamientos. Impaciencia es lo que más tengo, por lo que le termino arrebatando el diario a mi hermano, yendo hasta una de las últimas páginas. Y empiezo a leer. 

—Día cuatrocientos cincuenta y ocho. Mi esposa es una de ellos. Es una bestia. Mi prioridad es mantener a salvo a mis pequeños, ahora tienen 7 años. —Awww, que hipócrita— Asesinando a su madre, e inventando una excusa para ellos. Mi plan está hecho. Todo sea para mantener mi linaje, y terminar con las bestias chupa sangre. De Kirk lo último que supe fue hace un año, que se digno en venir a conocer a sus sobrinos. Odié a mi hermano, y me juró muerte. Aquella noche intento asesinar a Gyneth, por eso, justamente por eso, decido asesinar a mi amada. Para que mis hijos tengan una vida normal— digo rápidamente, tomo un respiro y río. —Viejo tonto. Si supieras que tus hijos ahora son bestias, como tú decías. 

—Gyn basta, necesitas alejarte de eso. Vamos al pueblo a despejarnos. Ya es mucho con todo esto. 

—Pero... bien. 

—Sirve de que vez a tu amigo el príncipe.—¿Es en serio Agh. Me volteo a mi hermano con cara de "iiiu, NO! a lo que el ríe. —Solo bromeaba. 

Las calles están llenas, hay muchas personas y flores por doquier, hay lamentos y lloriqueos. Hay mucho ruido, pero no sé porqué o que. Camino hasta donde una señora ya mayor que está en una esquina. 

—Disculpe, ¿Qué pasa? 

—Oh chica, el Rey falleció anoche— se acerca más a mi—Dicen que lo atacó un animal, pero yo lo vi.— Hace que me incline para que me susurrara— Lo atacó una persona, un vampiro.