V de Vampiro.

Capítulo 6.

¿Familia?

He de admitir que llevo prácticamente una semana encerrada en la biblioteca buscando información sobre Kirk. Al parecer es mi tío, hermano de papá. 

—Gyn, sal de aquí. Está bien que te preocupes pero necesito que salgas ya— Kei llega hasta mi lado. A estado tratando de sacarme de la biblioteca, pero no puedo. Necesito saber quien es y que más quiere.  

—Solo un minuto más. 

Paso las hojas del libro, historia de la familia de mi padre. Pero no encuentro nada. Absolutamente nada. Mi hermano baja el libro y me obliga a voltearlo a ver. —Ya es suficiente por hoy. 

Me abstengo de hablar, más solo asiento. Me paro de la silla y camino junto a Keiler hasta la salida. Me paro en seco ante las palabras que amenazan salir de mi boca. 

Mi hermano se detiene y me gira. —Venga ya, habla. 

—¡El maldito me apuñaló! ¡A mi! Además de lastimar a Jo, Por lo que dice, supongo que leyó mis pensamientos y por ello sabe que yo soy la que bebe sangre humana. Se las ingenió para que yo saliera, por eso lo de Jo. ¡Ya lo tenía planeado! y...—Mi hermano agarra mis hombros, mirándome fijamente. Mi respiración es agitada, y se que me pongo mal así. —Solo... olvídalo. Cuando lo vea, lo asesinaré. 

—Y yo te ayudaré, pero necesitas salir de la biblioteca. Y si no sales, la quemaré. 

Ruedo los ojos y río. Solo Keiler es capaz de hacerme cambiar así de rápido. 

—Bien. Vamos. 

Salimos de la casa, y vamos a donde nuestros caballos. Kei propuso cabalgar por el bosque, y como yo amo hacer eso, acepté. 

—Ivy, vamos. 

—Thor, sigue a mi hermana

Cabalgamos los dos, Y solo se escuchan los pasos de nuestros caballos. Ivy es de color negro, y Thor de color blanco. Los tenemos desde hace años, papá nos los dio de regalo de cumpleaños a los 10. 

—¿Te acuerdas cuando nos perdimos en el bosque? Teníamos como 13 años. 

Río. El recuerdo se reproduce en mi mente, Ese día nos la ingeniamos para volver a la casa. La regañada de nuestro padre fue... épica. 

—Sí... papá nos regañó y nos castigo por un mes entero. 

Pasamos la cascada, y llegamos a un claro, sin nada. —Te propongo una carrera hasta la casa. Quien pierda deberá de hacer algo. 

—Va.

—Ivy, rápido. 

Ivy entiende, y pega carrera. Siento los galopes de Thor atrás de mi, es mi ventaja. Mi yegua sabe el camino, por lo que a velocidad, va hacia casa. 

—Sí bueno... te ganó. 

Thor pasa a mi lado y me pasa. —¡No! 

Ivy aumenta la velocidad, Thor y ella van cara a cara, Keiler me voltea a ver, con una sonrisa egocéntrica. Thor aumenta la velocidad y Keiler se inclina. No comprendo. 

Una rama, una rama que me golpea tirándome de Ivy. Ya comprendí. 

—Auch. 

Me levanto, sobando mi hombro que recibió el impacto. Mi hermano ya se fue, niego riendo sarcásticamente. Tonto. 

—Ivy, el atajo. 

Lo que mi hermano no sabe, es que hay un atajo para llegar más rápido a casa. Pero más peligroso. El tener que pasar por un tronco viejo, lo dificulta. Pero Ivy ya ha pasado por ahí cientos de veces, nada complicado. 

Pasamos y llegamos a casa. Kei no ha llegado. ¡Ja! 

—¿Pero qué? ¡Te dejé como hace mucho atrás! 

—P. A. T. E. T. I. C. O.— río. 

—Bueno ya, ¿Qué debo hacer? 

Lo pienso, hay de dos. O me ayuda con la búsqueda de Kirk, o hago que haga el ridículo. Pero me inclino más por la primera, servirá de algo. 

—Ayúdame a encontrar información sobre Kirk. 

Gemelo tonto, rueda los ojos pero asiente. —Bien. Vamos. 

—Gracias— arrastro la lengua. Caminamos hasta la biblioteca, donde empezamos a buscar sobre nuestro "tío".

[...]

—Es el diario de papá. Uno de los muchos. 

—¿Qué dice? 

Keiler se acerca a mi, con el diario en manos. —Día número 8. Estoy en la búsqueda de Kirk, hace unos meses, mi hermano se convirtió en una bestia, bebe sangre humana, dejando a sus víctimas sin gota alguna— Miro a mi hermano, aclara su garganta y continúa; —El término «Vampiro» es el que lo describe perfectamente; Bestia chupa sangre asesina. Asesino de nuestros padres, asesino de toda una aldea.— mi hermano me ve, sé lo que quiere decir. 

—Continúa. 

Traga y sigue. —Día número ocho de su búsqueda. El último lugar en donde estuvo, la cueva de la montaña. Montaña antes de llegar a la aldea vecina. 

Me levanto, agarro el diario y lo meto a una bolsa. Sin decir nada, mi hermano me sigue. Sabe que voy a la montaña, a la cueva. 

—Espera, voy contigo, solo necesito comer algo, van dos días sin comer. 

—Se me olvido que comías animales. Como sea, vamos a casar la comida. 

Mi hermano se detiene, pensativo. Sonrío mientras camino por delante de el. 

"Sí, Kei, solo por hoy" 

"Pues vamos"

Sonrío, siguiendo mi camino hacia el exterior de la casa. Mi hermano asiente y corremos hasta la montaña, el inicio de ella. 

—Vamos por la izquierda, cuando fuimos a la aldea fuimos por la derecha y no había nada. 

Asiento y vamos. En el camino, encontramos unas ardillas, las cuales su vida termina el día de hoy, ya que mi hermano se lanza sobre ellas. ¡Comida no comida! ¡Yei! 

Por un momento, me preocupo ya que no hay nada, pero más adelante llegamos a una cueva pequeña pero se ve que es profunda. A simple vista, da miedo. Keiler le prende fuego a una rama, así dando un poco de luz para ver que hay. No puedo negar que sí me da miedo, ¡El maldito me apuñaló! seguimos caminando, no hay nada. Pero al alumbrar otra pared, hay fotografías de mi hermano y yo, Jo, la casa y nuestros caballos. 

—Kei...

—Lo sé, esto  también me asusta. 

Me percato de un sonido extra, no es ni mi hermano ni yo. Me giro lentamente, al igual que Keiler, alumbrando. Una figura, una persona, Kirk. 

—¡Tu maldito!— me dejo ir contra el, caigo sobre el y empiezo a golpear su cara. Inmovilizo sus manos y sigo. Pero es más fuerte, joder. 

—Buenos golpes princesa, pero es una falta de respeto pegarle a tu tío.

—Es una distracción, y tú no eres mi tío. No sabes nada de mí. 

Keiler le llega por detrás, encajándole el pedazo de madera ya sin fuego. 

—Es nuestro turno de salir. Si nos sigues, las consecuencias serán malas para ti. 

—Eres... una... maldita, joder— dice con dificultad Kirk, el que nos apuñalen con madera en el abdomen nos debilita mucho más que si la apuñalada fuera en otro lugar. —Me la pagarás. 

Kirk: 1.   -  Gyn: 1. 

Sonrío, egocéntricamente quizás. —Adiós Kirk.