Capítulo 30.

11 2 0
                                    

Preparancia.

—¿A donde van a ir?— les pregunto a los tres chicos que salen por la puerta principal. 

Los tres se voltean lentamente hacia mi. Sospechoso. —Ammm, vamos a ir a cazar. 

Ajá. 

—Bueno— les hago una seña para que se vallan. —Vallan, menteur. 

(menteur- mentirosos).

Yo sé que no van a eso, o exactamente, no van a casar animales. O bueno, sí, pero no animales en cuatro patas.

Mientras los chicos están fuera, Claire está con sus padres, Danhy en la escuela, yo, empiezo a organizar las cosas para la boda de mi hermano. 

Incluso, suena raro decir o pensar "la boda de mi hermano". Ya creció, merece vivir por su cuenta. 

Una vez listo la renta del salón, iglesia y banquete, me pongo a diseñar las invitaciones. Claire quiere que sea entre el 14 de agosto, y exactamente, eso es en 14 días. 

Danhy duerme plácidamente en mi cama. Faltan unas horas para llevarlo a la escuela, así que me dirijo a la cama a despertarlo. —Danhy, bebé, es hora de despertar— juego  con su cabello y eso hace que se mueva un poco. —Vamos con tus amiguitos, allá está Liam. 

Liam es el mejor amigo, por así decirlo, de Danhy. 

Después de batallar un poco, lo logro despertar, lo cambio de ropita, peinadito, desayunadito y bien arreglado, lo llevo a la escuela. 

Me abraza, como todas las mañanas. —Adiós Gyn, te quiero. 

—Adiós cariño, Kilian viene por ti al rato. 

Me aseguro de que entre a la escuela y de vuelta, voy al palacio. 

Después de un rato, me termino de arreglar, en el tocador. Cuando escucho la puerta abrirse, no me muevo de mi lugar, se quienes son.

Los chicos entran a mi habitación, los veo a los tres por el espejo, los tres con expresiones entre serias y felices. Frunzo el ceño, y con una mano en mi cadera me volteo hacia ellos.

—¿Qué hicieron esta vez?

—Encerramos a Kirk y a Dorian en el sótano de nuestra casa, y planeamos dejarlos ahí por un largo tiempo— habla Keiler. —Además, fuimos a la biblioteca, te traje esto. 

Saca mi libro favorito de un bolso, e inmediatamente lo tomo, lo ojeo y veo que sigue tal como estaba. Mi bebé. 

—Gracias.

[...]

—Las flores por allá, las mesas alrededor de la pista de baile.— Busco con la mirada a los que van a tocar en la fiesta. —Ustedes, sigan ensayando por favor. 

En una mesa, están Kol, Kilian y Keiler riéndose de algo. Lo más seguro es que se estén riendo de mi. 

—¡¡Dahh!!— les hablo. —¿De qué se ríen?

—Gyn, de tanto estrés te salió una arruga— Kol señala su frente e inmediato llevo mi mano a mi frente en ese mismo lugar, provocando que se vuelvan a reír. 

Han pasado dos semanas de la feria y durante ese tiempo me he puesto a organizar el salón, la iglesia y a mi familia para el evento.

—Muy graciosos— hago una mueca. —Mejor ayúdenme a mover esa mesa. 

Camino hasta donde ellos. 

—Eres una vampira, tienes super fuerza para mover esa y dos mesas más al mismo tiempo— habla mi novio. 

—Kol, vete al infierno— le sonrío. 

—Ahí te veo, preciosa— me da un beso y empieza a mover la mesa. 

Mi hermano y Kilian también ayudan, hasta tener el salón listo. 

—Gyn, son las nueve de la mañana, estas aquí desde las siete. ¿Cuanto has dormido?— Pregunta Kilian.

—Lo suficiente, no te preocupes. 

Faltan 7 días para la boda, y todo marcha bien. Con Kirk y Dorian encerrados en el sótano de mi casa, todo saldrá bien. Además, la seguridad del lugar va a ser reforzada. 

Más tarde, vamos todos a almorzar en el jardín, y al finalizar el alegre desayuno, cada quien se fue a sus asuntos; Kilian en una reunión con no se quienes, Keiler fue a la casa de los papás de Claire, Kol se perdió por el palacio y yo, no tengo nada más que hacer hoy, Danhy esta en la escuela y hoy le toca a Kilian pasar por el, así que ni al niño tengo yo hoy. 

Me paseo por el jardín, me siento en uno de los dos columpios a un lado del viejo árbol. Pienso en toda la suerte que hemos tenido, incluso cuando Kirk estaba suelto por ahí, pero no había pelea, pasaba los días con Danhy en la biblioteca de mi casa, eran días en los cuales se sentía como si no hubiera ningún problema o peligro.

—¿Qué haces nena?— Kol llega a mi lado y se sienta en el otro columpio. 

—Nada, solo pienso— me columpio un poco. —Además, estoy aburrida. 

Kol sonríe, algo está tramando. —Mhm, yo se que te va a quitar lo aburrida— se levanta y me ofrece una mano. —Vamos. 

Tomo su mano y me levanto. Salimos del palacio y nos perdemos en el bosque, hasta llegar a aquel cañón profundo que rodea al pueblo. Lo cruzamos gracias a un tronco caído y llegamos a los inicios de una montaña.

—¿En serio?— volteo a ver a Kol con una ceja levantada. El sonríe y agarra con más fuerza mi mano. 

—Vamos, no te arrepentirás, te lo prometo. 

Llegamos a la cima de la montaña y no mentía al decir que no me iba a arrepentir, no era nada malo. Al contrario, la vista es espectacular, en todo sentido de la palabra. De un lado, es montaña tras montaña, cubiertas de árboles. Y del otro lado, el pueblo. 

Es fascinante. Más con el atardecer. 

Kol ríe, atrayendo mi atención. —¿Te gusta?

—¿Qué si me gusta? Kol, es hermoso. 

—No más que tú— dice sonriendo, de repente, abre los ojos y empieza a tartamudear, provocando mi risa; —Digo, no, o sea sí, eres hermosa, y la vista también, pero no más que tú, por eso te traje aquí, eres mi novia y es especial. ¿Qué? 

Río más y me acerco a él. —¿Quién lo diría? Kol, ¿Te pusiste nervioso?

—Sí... es que me hiciste perder la cabeza.— me acerca a el, agarrándome de la cintura.  —Te amo, Gyneth Solvang. 

—Yo te amo a ti, Kol Borthwick. 

Y el le gana a mi impulso y me besa. 

Y como no, le devuelvo el beso. 

Y lo siguiente que pasa, se puede catalogar como lo más romántico que me ha pasado en la vida. 

Lluvia. 

Mejora el momento, lo hace más perfecto.

Y aun con lluvia, no nos detenemos, lo hace más bonito y me gusta. 

Pero llega el momento en donde la falta de aire nos obliga a separarnos. —Deberíamos volver— hablo cuando la lluvia se hace más fuerte. Kol asiente, quitándose la chamarra para ponerla sobre mis hombros.  

Entramos al palacio riendo, pero nuestras risas cesan cuando vemos a Kilian, Keiler y Claire en la entrada. 

—¿En donde estaban?— pregunta un poco molesto mi hermano. 

—En un lugar— contesta Kol. 

—Ahh, ¿Qué tipo de lugar? ¿Se puede saber? 

Sonrío negando. —No. 

V de Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora