El baile.
No se como, que hizo o que, pero aquí estoy, en la carrosa rumbo al palacio. Estúpido baile y estúpido hermano.
—Conste que vas a cumplir tu promesa. Si no lo haces te romperé el cuello.
Miro a mi hermano, el me sonríe y asiente. Le he roto el cuello unas 5 veces en el año, y eso que estamos en Julio.
Yo no voy a bailes, no hablo con personas que no sean Josephine y Keiler, pero ¡Hey! aquí estoy. Con un vestido verde oscuro, el que más me gusta, que es hermoso por los detalles plateados. Acompaño esto con el collar de mamá y más accesorios plateados, mi cabello está acomodado con una tipo trenza, que Josephine hizo.
—Quita esa cara, venimos a divertirnos.
—Si divertirse es bailar. Sí, claro.
Llegamos y caminamos hasta el salón, uno con arreglos dorados, amplio y me atrevería a decir que es bonito. Para iniciar, el palacio tiene acabados y decoraciones doradas, blancas y los pisos son de mármol blanco. Hay pinturas por el pasillo, al igual que armaduras.
El exterior de este, esta acompañado de diversos arreglos florales, un estanque y un amplio jardín. A un lado de la montaña en la cual el palacio se ubica, yace el bosque, dándole un poco de misterio al lugar, misterio y hermosura.
La música clásica suena, pero nadie baila.
—¿Champagne?
Agarro una copa con el amarillento líquido, y bebo un poco, mucho, en realidad. Provocando que mi hermano baje mi copa y se gane una mirada asesina de mi parte.
—¿Qué?
—Nada, cállate que el rey va a hablar— mi hermano devuelve la vista a donde la familia real. Igual, dirijo mi mirada hacia ellos.
—Muy buenas noches a todos— habla el que creo que es el Rey y su familia aparece a su lado. Me fijo en el chico que está parado a su izquierda, tiene el cabello dorado, y piel blanca. Su mirada se posa en mi, y no la aparta. Pues hago lo mismo, mirándolo fijamente. —Inicio este maravilloso baile con un vals, uno de mis favoritos.
Mi hermano me indica que tenemos que bailar. —Pero yo quería solo ver.
—Una pieza, solo eso.
Ruedo los ojos y asiento, me acomodo, posando las manos en los lugares correspondientes. Las notas empiezan a fluir, formando una melodía hermosa. Nos movemos al compas de esta, y en una vuelta que doy, mi hermano me suelta, pero alguien más me agarra. Es el, maldita sea. ¿Por qué yo? hay como unas 100 chicas más.
Seguimos moviéndonos, siguiendo la melodía.
—Me mirabas.
Noooo, no me digas.
—¿Y?
—Nada— dice moviendo la cara, y pequeños mechones de su cabello dorado se dispersan.
—Tu también me mirabas— digo dando una vuelta y al momento de poner mi mano en su hombro el sonríe para después, devolverme mi palabra;
—¿Y?
Doy un pequeño salto, el agarra mi cintura y me levanta, girando sobre su eje.
—Nada.
La pieza se termina, la correspondida reverencia al finalizar una pieza y antes de poder decir o hacer algo, mi hermano llega a donde nosotros. El príncipe aún tiene sus manos en mi cintura y sigo viendo sus ojos verdes.
—Con permiso— mi hermano me jala.
—Oye tu, ojos color avellana— me llama el príncipe. —¿Cómo te llamas?
—Gy...
—No hay tiempo, vámonos— y... mi hermano me vuelve a jalar, arrastrándome por el lugar hasta llegar a un lugar sin personas.
Me suelta y me giro, encarándolo.
—¿Qué? estaba hablando con alguien, como tu quieres que sea.
—Un detalle hermanita— dice y señala la silla de a un lado, hay una persona, que diga, cadáver. Con... la marca de una mordida.
—¿Fuiste tu?— pregunto mirándolos alternamente
—¿Tengo cara de haber sido yo? ¡Obvio no! ¿Tú?
—No.
Caminamos, alejándonos del cadáver. Salimos del palacio, ahora estamos en algo parecido a un jardín.
—Eso significa que... hay otro.
Camino de un lado a otro, con mis manos en la frente. Niego ante esto. Se supone que solo somos dos, mi hermano y yo. Nunca había visto a nadie que fuera como nosotros.
—No puede ser... pero no tienen ninguna piedra o perla del lago, se supone que es lo único que permite que podamos salir de día.
—Sí, pero es de noche Gyn, es lógico.
—Vámonos de aquí, volvamos al baile o yo que se.
El me mira sonriendo. —¿Qué no solo era una pieza?
Ruedo los ojos golpeándolo en el hombro. —Vamos.
Volvemos al salón y el baile está en su plenitud. Busco con mi mirada al príncipe, pero no lo encuentro por ninguna parte.
Decido olvidarme de eso y disfrutar del baile.
[...]
—Entonces... ¿Hay otro vampiro?
Asiento y Josephine se lleva las manos a la boca. —¿Saben quién?
Niego y acomodo mi cabello a un lado.
El baile fue divertido, pero ya no encontré al príncipe.
—Además, Gyneth olvidó mencionar que bailó con el príncipe y, por eso varias chicas la asesinaban de mil formas—La presencia de mi hermano y sus palabras hacen que Josephine se ría y niegue. Mientras que yo solo ruedo los ojos.
—Keiler, ¿no tienes ningún animal que cazar?
—No, solo pasaba por aquí a molestarte. Voy a salir, a ver si el cadáver sigue ahí o a ver que pasó.
—Bien.
Y con eso, mi hermano desaparece de mi habitación, la cual tengo que ordenar. Josephine se va diciendo que tiene que preparar no se que.
Me tiro en mi cama, ayer, después de llegar del baile solo me cambié y me dormí. Hoy, mis pies me duelen y el peinado desordenado se ve raro.
Comienzo con una relajante y larga ducha, deshaciéndome del mal olor. Me visto y arreglo para lo siguiente; ordenar mi habitación. Lo que hago durante las dos ultimas horas es eso, prácticamente me paseo por mi cuarto, recogiendo y acomodando todo.
Me recargo en el marco de la ventana, observando el lago en su plenitud. El agua es negra por no se que cosas en el fondo, creo que es una sustancia o un elemento que alguien vació allí, haciendo el agua "mágica".
Muchos dirán, que son obras de las brujas, pero no creo en eso. A parte, las brujas dejaron de existir como en 1860, hace ya mucho tiempo.
—¿Qué piensas?— digo sintiendo la presencia de Josephine, ladeo la cabeza y ahí está ella, con una bandeja con un té. Para que no podamos leer los pensamientos de Jo, ella toma diario un vaso con agua del lago, purificada, obviamente. Así le hacia con mamá.
—En que te ves como tu madre así.
Josephine era la mejor amiga de mi madre. Sonrío ante sus palabras y le digo que venga, ella es como mi mamá sustituta. La abrazo un largo tiempo y me ayuda a terminar de limpiar mientras platicamos.
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V de Vampiro.
VampireSAGA V2 LIBRO I. ¿Vampiros? ¿Leyenda o mito? Inglaterra en los 1900 es... ¿Básico? ¿Qué pasaría si les dicen a las personas que hay bestias chupasangre rondando entre ellos? Lo que hubiera sido una eternidad feliz, para los gemelos Solvang, result...