Capítulo 36.

16 2 0
                                    

Acampada.

Keiler.

Esto termino siendo lo más gracioso, peligroso y estúpido que he hecho en mi vida. 

Nunca debí de haber aceptado la invitación de Kol. 

¿Qué ha pasado? 

Bueno, en la "Salida de chicos" que organizó Kol, como nos fuimos a la parte contraria del bosque, o sea que, en ves de viajar y caminar por el bosque el cual generalmente usamos como escape de todo, ring de peleas y cementerio, y conocemos bien. Decidimos explorar el otro lado, el cual, para poder entrar tenemos que pasar por un laberinto. 

—¿Subimos a esta montaña?— pregunta Kilian. 

—No hay de otra, es demasiado gruesa para rodear, y creo que desde arriba la vista será espectacular. 

—Como sea, mientras nadie se mate— camino, iniciando a subir la montaña. Es fácil, subimos en espiral, ya que la montaña tiene camino. 


Minutos después, llegamos a una parte donde son rocas, unas cuantas están flojas. Observo a Kol y sonrío. Oh sí, esto si es divertido.

Lo malo de esto, es que el espacio es muy grande y si o si, necesito brincar.

—Keiler te vas a matar— habla Kol.

—No, veras que no.

Salto y efectivamente, me resbalo. Unas rocas que caen y me agarro como puedo de unas rocas fijas. 

—Dios mio, ayúdenme.

Los otros dos se empiezan a reír. Prácticamente estoy volando, mi única salvación es una roca fija que espero no se caiga como sus amigas.

—¡¡Que me ayuden malditos!! hablo enserio. 


Los otros dos dejan las mochilas a un lado y me ayudan. —¿No que no?

—Cállate. Vi mi vida pasar por mis ojos— le exagero. 

Seguimos caminando, pasamos el hoyo y llegamos a la punta. Bajamos por el camino empinado, corriendo. 

La fuerza de gravedad, más la velocidad que se agranda y se siente como que te vas a ir de boca. 

Llegamos al piso de vuelta, y seguimos caminando por el bosque inexplorado. 

—Keiler, ahora yo lidero. No tú, tu hermana me hizo prometerle que te iba a cuidar.

Típico de Gyn.

Seguimos caminando, pasamos por troncos caídos,árboles gigantes, hay unas cuantas ardillas corriendo. Menos mal, que traemos comida empaquetada. Kilian tiene en sus manos un mapa gigante. Kol esta bebiendo agua mientras que yo me deshago de la mochila y me siento en una roca. 

El sol empieza a esconderse y ya hace hambre. —Como que ya armamos las tiendas, ¿no?

Kol asiente y saca los palos y la carpa. Los tres nos ponemos a armar la carpa. 

Una maldita media hora después, terminamos de armar la cosa esta y, nos adentramos. Es espaciosa, pero a la vez no. Nos acomodamos de forma en la que Kol esta en una esquina, Kilian en medio y yo en la otra esquina. 

—¿Se dan cuenta de que Gyn es muy controladora?— habla Kol. —O sea, el otro día no me dejó comerme mi crepa porque estaban llegando tarde a la fiesta de un compañero de Danhy. 

Me río. —Quiere tener todo a la perfección. Mi madre la enseñó a eso.— sonrío. —Es una mini copia de ella. 

—Bueno, Gyn solo quiere lo mejor para nosotros.

—Exacto— me pongo a pensar sobre la promesa que le hice. 

[...]

V de Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora