V de Vampiro.

Capítulo 35.

Identidades.

Puedo decir que ya me acostumbré al color rubio, pero sigue sin gustarme. Yo quiero mi cabello café como antes. Aunque el rubio sea una peluca,  mi cabello natural, le gana por mil. 

Gyneth Solvang, Kol Borthwick y Danhy Solvang están desaparecidos, pero llegaron Eleanor, Thomas y Nick Soyer. 

—Querido Thomas, sea usted tan amable de pasarme mi cabello por favor— Entro a la habitación sonriendo y hablando con un acento francés que no me sale para nada bien. Kol rueda los ojos y me pasa la peluca. 

—¿Hasta cuando vas a dejar de hacer eso?

—Cuando asesinemos a Kirk, cariño— mi mano viaja por su barbilla.

Danhy tiene su cabello entre rojo claro y rubio fuerte, y le dibujé unas pequitas en sus cachetes. 

—¿Vamos a salir hoy?— pregunta Danhy y yo niego. —¡¡Yo quiero salir!!

Ay no, nunca en mi vida me había tocado un berrinche. Cada que Danhy se ponía en plan de empezar uno, lo sacaba a pasear con Ivy. Pero no podemos hacer nada. 

—Danhy, por favor cariño. Corremos peligro. Mañana vamos al mercado, si quieres. 

—Pero yo quiero ir con Ivy.— señala el bosque por la ventana. —No quiero el mercado. 

Bosteza y pasa sus manos por sus ojitos. 

—Ven— le extiendo mi brazo. —Vamos a dormir un ratito. 

Caminamos hasta la habitación, Danhy se acuesta en el medio de la cama, y yo me recargo a un lado de el. 

—Gyn.

—¿Mande?

—Cuando vuelve Kei?

—En un día. Duerme, anda. 

Instantáneamente, Danhy se quedó dormido y vuelvo a la salita que hay en el departamento. 

—Ya me hartó el cabello rojo— habla Kol dejando el vaso en la barra. —Me gusta más mi cabello negro, larguito. — me mira cuando abro la boca. —Ni hables si vas a usar el acento. 

—No lo iba a usar— levanto las manos. —Y yo creo que te ves lindo. Más... inocente y normal.

—¿Inocente yo?— se ríe. —Ni en mil años. 

Me volteo hacia la cocina. Saco las cosas del refrigerador, y pienso en que preparar de comer. —¿Te gusta el atún? 

Kol voltea a verme asintiendo. Saco la lechuga y unos otros vegetales para hacer una ensalada. 

Parto los jitomates en rodajas, al igual que el pepino, como puedo, hago lo de la lechuga y otros vegetales más y los pongo en un recipiente, con aderezo. 

No se cocinar más que pasteles o emparedados. Generalmente, mi dieta se basa en sangre. Pero también comemos comida normal, a veces. 

Pongo el atún al fuego, esperando a que se cocine. 

Quemo el primer filete. Lo bueno, es que compre otros dos extras, por si pasaba algo.

Cuando finalmente termino, mando a Kol por Danhy y comemos los tres, sin hablar y rápido.

Más rato, voy hacia la cafetería, en donde me reuniré con Kilian, para el paso de información.

Entro al lugar y me siento. 

—¿Le ofrecemos algo? 

Sí, la libertad de caminar por las calles sin la estúpida peluca.