Capítulo 23.

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El otro lado.

Kirk. 

Pasan las semanas y aún no doy con Danhy. ¿Qué si lo quiero? Sí. 

Gyneth. Es inteligente, pues claro, es parte de mi familia. Y justo por eso la odio, pero le agradezco que haya cuidado de mi hijo mientras me fui por un tiempo. 

Busqué en todo el Reino Unido y no hay nada. Tampoco en España, Portugal o cualquier otro lugar cerca. Me desespera el no saber de mi hijo, como Gyneth lo dijo, si sabía no me iba a decir. 

No la culpo, si yo fuera ella tampoco confiaría o le hablaría a mi. 

¿Porqué no la maté cuando pude? 

Un recuerdo, los gemelos estaban más pequeños, tenían como 5 años. Gyneth corría con unas flores en su mano mientras que Keiler, y cuando la niña se cayó, su hermano fue hacia ella y no se que tanto hizo. 

Lo que hubiera dado para que mi hermano y yo fuéramos así. 

Pero claro, como mi hermano quería absolutamente todo, quería que todo fuera de el, la atención, el último pedazo de pastel, las personas, absolutamente todo, también me la quitó. 

Fuimos los gemelos de la familia, pero siempre había un favorito; mi hermano. Mis padres lo querían más a el, absolutamente todos lo querían más a el. Por eso, a los 25 años, cuando caminaba de vuelta a casa y un extraño se me acercó, ofreciéndome cambiar mi vida por completo. 

Acepté el trato y pasó todo. Llegué a casa, comentándole todo a mi hermano, pero no me creyó. 

Aún recuerdo lo que pasó. 

Asesino a papá, argumentándose de que si en verdad era lo que decía ser, no me iba a resistir al olor de la sangre de mi propio padre. 

No pude. 

Asesino a mi madre, también. 

Pero que hizo que mi venganza se confirmara hacia el, fue que asesino a mi chica, a la chica la cual estaba completamente enamorado, frente a mis ojos. 

Por eso mi venganza hacia Keiler y Gyneth Solvang. 

Pero lo que me jode es que su hija, Gyneth tenga se parezca demasiado a Marielle, mi amore. 


Golpes en el metal hacen que me despierte. Maldita sea, porque no traje un poco más de dinero.

—Venga vamos hombre— habla un chico de la edad de Gyneth, que descubrí que también es vampiro. Al parecer, solo somos nosotros dos, de las personas que hay en el barco. 

—Ayer no terminaste de contarme—habla, para después comer un poco de pan. —¿A que vas a Estados Unidos?

Ladeo la cabeza un poco, observando el océano. —Busco a mi hijo, Dorian. 

Mi acompañante posee el cabello negro azabache, y sus ojos son de un tono azul fuerte. Pero posee una cicatriz en el cachete izquierdo. Producto de una pelea con algún conocido. 

Platicamos de cosas totalmente diferentes, mientras el viaje se da, Nueva York se muestra frente a nosotros, pero siento que no es aquí.

Dos días de búsqueda por la zona, y no está. Existe la posibilidad de que... este muerto, pero no quiero pensar en eso. No lo está. 

"Acéptalo, puede estarlo"


El agua esta helada, trato de nadar hacia algín lugar pero el agua me rodea. El barco está muy arriba y joder, simplemente esta helada el agua.

V de Vampiro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora