Seamos felices.

2.3K 203 16
                                    

Lena.

Miré los ojos de Kara fijamente desde mi lugar, su brillo no estaba y el miedo estaba apoderado de su cuerpo entero, las cadenas de kriptonita estaban en sus manos y tobillos. Aún no podía creer que estaba aquí sentada con un vaso de whisky en mi mano, no podía creer que después de todo estaba en una subasta alienígena para salvar a la mujer que tanto he amado, pero que me hizo tanto daño en el pasado.

Había jurado que no volvería a Nacional City, había jurado que jamás volvería a coincidir con Kara y aquí estaba yo. No pude resistir el impulso de ayudar cuando hasta mi madre fue a buscarme porque Kara había desaparecido, nadie sabía donde podía estar y solo yo la pude encontrar, nadie había podido rastrear su paradero.

Logré encontrarla porque había algo que ella no se había quitado y era un anillo que yo siempre usaba, un anillo metálico de seguridad que iba en mi dedo pulgar, se lo dí un día a ella por seguridad y así localizarla con el rastreador. Costó un poco porque no había ningún tipo de señal circulando en el lugar, pero logré activar el anillo y la encontré bajo el régimen de Verónica Sinclair.

— Recuerda que no debes llamar la atención— la voz de Alex en el intercomunicador hizo que gruñera y le dí un sorbo a mi copa.

— Si vuelves a decirme lo mismo voy a romper el intercomunicador y luego tu cara cuando salga de aquí— susurré y miré el escenario.

La DEO no podía entrar como otras veces hacían, Kara corría peligro porque tenía cuchillas que se activarían mediante un botón accionado por alguien desde un control, habíamos monitoreado todo antes de hacer esto.

— No puedes siquiera darme un golpe, Lena— reí un poco ante la voz de Alex y apreté mi copa.

— No sabes que he hecho todos estos cinco años fuera, Alexandra— ella gruñó y Verónica subió al escenario.

— ¡Bienvenidos sean todos!— miré a las personas a mi alrededor aplaudiendo por el comienzo de esto— está noche estaremos subastando las mejores piezas alienígenas— rió un poco y miró a Kara quien estaba casi desmayada por los cortes y golpes en su cuerpo— pero comenzaremos con la pieza más especial— le hizo una seña al hombre quién empujó a Kara— ¡Supergirl!— las personas aplaudieron mas fuerte y gritaban de júbilo, me levanté caminando hasta quedar casi al frente del escenario.

— ¡Cinco millones de dólares!— giré mi cabeza a la izquierda mirando a una mujer pelirroja mirar a Kara con un gesto psicópata.

— ¡Diez!— alcé mi mano mirando a Verónica.

— Vaya, parece que tenemos a una Luthor aquí— alcé mi ceja mirándola— ¿Alguien ofrece más?— miré los demás y un hombre subió su mano.

— ¡Cien millones!— reí un poco y terminé mi whisky.

— ¡Setecientos millones de dólares!— dejé la copa en el borde del escenario— ¡Al contado!— le arrojé la maleta de dinero y esa fue la señal para que la DEO entrara por completo a las instalaciones, ya habían interceptado a la persona que tenía los mandos para los artefactos que tenía Kara.

Subí al escenario y le quité la llave a Verónica quien era detenida por un agente de la DEO, tomé las manos de Kara y abrí las esposas que tenían las cadenas de kriptonita dejándolas caer en el suelo.

— Lena— susurró y me arrodillé, sus manos fueron a mis hombros apoyándose en ellos mientras quitaba las cadenas de sus tobillos.

— ¡Maldita sea, Alex!— grité en el intercomunicador— ¡Cómo no aparezcas con una camilla para tu hermana, te patearé tan fuerte que no vas a tener más hijos!— me levanté rápido sosteniendo a Kara en mis brazos— estás bien— susurré mirándola a los ojos.

One Shots (Supercorp).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora