Lena estaba camino a su habitación asignada por la universidad, había estado con tres días libres de clases por un nuevo proyecto que llevo a cabo el cual complació al directivo, una vez presentó su proyecto se ganó tres días de descanso por su arduo trabajo. No a cualquier estudiante se le permitía hacer ese tipo de cosas,pero una vez escucharon la propuesta de Lena no dudaron en aceptar, cabe destacar que también sabían que los Luthor no fallaban y en parte por eso confiaban en ella. Lena estaba feliz por tener sus tres días libres de clases, había podido complacer a su novia estos dos días y sin duda al día siguiente lo haría, quería complacerla debido a que Kara llegaba muy cansada de sus clases, era muy inteligente su rubia pero se cansaba mucho por las múltiples clases que tenía. Lena entró a su habitación y pudo ver a su rubia favorita sentada en la cama con su cabeza apoyada en la pared, dejó las bolsas que traía en las manos y se acercó a su novia viendo que tenía sus ojos cerrados por el cansancio.
— Oh,Kara— Lena acarició la mejilla de la rubia suavemente— ¿Día duro?— la rubia abrió los ojos y sonrió cansada.
— Si— se acercó a la orilla de la cama y abrazó a Lena por la cadera apoyando su cabeza en el abdomen de la ojiverde.
— Espera— se separó y quitó sus zapatos para luego sentarse en la cama apoyada a la cabecera— ven aquí— Lena abrió sus brazos y la rubia no tardó en acostarse en el pecho de su novia.
— No tienes clases mañana tampoco,Lena— la rubia hablaba con sus ojos cerrados.
— No,cariño— la pelinegra besó la frente de su chica— estaré esperándote aquí— Kara asintió sonriendo.
Lena y Kara eran novias desde los dieciséis años, se habían conocido en la preparatoria donde compartían clases, cuando Kara pisó la preparatoria ellas se juntaron como si fuesen imanes y comenzaron a hablar hasta que pasaron los meses y ellas se volvieron novias, fueron admitidas en la misma universidad con diferentes carreras pero en el mismo dormitorio, a la familia Danvers le pareció muy bueno porque sabían que su hija necesitaba a su lado a Lena, por otra parte la hermana de Lena, Sam, no estaba muy de acuerdo pero después de que vio que ambas se cuidaban entre si le agradó la idea, ahora a sus veinte años ellas siguen siendo novias.
— Amo que me esperes para que luego me abraces así—la voz de Kara se iba apagando conforme Lena acariciaba su cabello.
— Hey, no te duermas— dejó de hacerle cariños en el cabello— ¿Tienes tarea?— Kara asintió suspirando.
— Es de inglés— la rubia abrió los ojos y se sentó.
—Vamos a hacerla para que duermas— la rubia negó.
—¿Por qué no?— la voz burlona de Lena resonó en la habitación.
— No quiero— los labios fruncidos de Kara hicieron reir a Lena de manera suave.
— No— Lena se movió haciendo que Kara se levantara de su pecho— vamos a hacer la tarea y luego dormirás— Kara solo se comenzó a quejar en voz baja mientras caminaba atrás de Lena hacia el escritorio.
Lena se sentó en la silla y Kara se sentó en el regazo de Lena para luego abrazarla, la rubia era una adicta a los abrazos y más si eran los de Lena Luthor.
—Kara— la rubia levantó la cabeza— prestame atención, solo debes hacer un concepto— Kara negó casi dormida y Lena tomó entre sus manos el rostro de la rubia.
—Amor— susurró Kara con los ojos cerrados— realmente quiero dormir— Lena negó.
— Kara, te has estado matando toda la semana para aprobar todo y esta es una evaluación para mañana— le acarició las mejillas— prometo que si la haces te abrazaré toda la semana— como si eso fuera un combustible, la rubia se dio vuelta apoyando su espalda en el pecho de su novia comenzando a hacer la tarea.
Lena solo la abrazó acariciando el abdomen de su novia mientras ella realizaba un pequeño concepto de su vida, Lena estaba dos años mayor que Kara en la universidad por su grado de inteligencia y aunque la rubia también tenía el mismo grado ella prefirió solo ir al ritmo de los demás, Kara amaba tener de novia a Lena ya que era la chica más sexy de la universidad, aunque eso hacía que aparecieran los celos a Kara porque todos miraban a Lena.
Lena solo se reía de Kara ante los celos de la rubia pero ella sabía que la chica era así desde que se hicieron novias, Lena lo era todo para Kara y es que ambas se complementaban muy bien por sus historias de vida y sus gustos hacia las cosas, decían que eran una pareja muy rara pero hermosa y que Kara era una afortunada por tener a Lena y pues claro que lo era.
— Listo— Kara dejó el cuaderno aun lado junto con el lápiz para luego darse vuelta y esconder su rostro en el cuello de su novia.
Lena tomó el cuaderno y comenzó a leer el concepto que Kara escribió de su vida, era algo breve como de donde era, su familia,amigos, pareja, que le gustaba hacer y si padecía de algo pues la profesora de inglés dijo que en caso de emergencia en su aula todos tenían esa información en su cuaderno.
— Soy Kara Danvers tengo veinte años y soy de Midvale, fui adoptada por Eliza y Jeremiah Danvers ellos se convirtieron en mis padres en poco tiempo después de que mis padres biológicos me abandonaran— Lena le dio un beso en la frente a su novia, sabía que el tema le incomodaba un poco pero era información relevante— pero gracias a ellos conocí a mi hermana mayor Alex Danvers la cual se volvió parte de mi mundo— Lena sintió la sonrisa de Kara en su cuello.
— Alex es la mejor— Lena solo asintió sonriendo.
—Lo es— siguió leyendo— tengo una pareja,si, es muy hermosa y se llama Lena Luthor está dos años mayor que yo en la universidad por su gran inteligencia— Lena bajó el cuaderno— también eres muy inteligente, amor— Kara se abrazó más a ella y Lena continuó leyendo— la conocí una tarde en la clase de educación física cuando ambas estábamos en la banca por haber jugado mucho en un partido de voleibol— ambas habían sido campeonas— nos tocó compartir un vestidor y bueno Lena y yo desde ese día nos juntamos como imanes, en parte mi vida se volvió una desgracia al principio pero mejoró con mi nueva familia y luego con una novia maravillosa y hermosa— las mejillas de Lena ardían— como dije jugaba voleibol y ahora lo sigo jugando eso es lo que más me gusta hacer, no creo padecer de ninguna enfermedad grave más que la adicción a los abrazos de mi novia— para éste punto Lena estaba más que roja.
— Me encantan tus abrazos— Lena solo la abrazó más fuerte y se quedaron así por un buen tiempo. Ambas amaban abrazarse tanto.
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Creada: 22/01/2020
Editada: 15/05/2022
