No tengo una palabra exacta para describir lo que sentí ese momento en el que la vi por primera vez, eran muchos sentimientos encontrados en una sola noche, no sabía exactamente cómo reaccionar ante la mujer que estaba de pie en mi habitación. Yo solo tenía 27 años y esa madrugada estaba durmiendo hasta que tuve la sensación de que alguien me observaba fijamente, era ella, era ella que estaba de pie en el comienzo de mi cama, solo podía notar sus ojos mirarme con un brillo de maldad y su rostro estaba cubierto por esa máscara blanca, la mitad de su rostro no la podía ver.
Ella era como una alucinación en mi habitación.
— ¿Qué estás leyendo Luthessa?— la chica de dieciséis años levantó la vista del libro en sus manos para luego ver a su rubia madre.
—Estoy leyendo este libro que me regaló Ruby— Kara frunció el ceño y vio la portada solo para después quedarse un poco sorprendida— se llama I fell in love with an adjudicator?— Lena que venía pasando por el lugar donde estaban hablando, solo quedó paralizada al oír el título del libro, ambas mujeres se miraron y Luthessa las miró con algo de sospecha.
— Seguro es un libro más de ficción— Luthessa se encogió de hombros— digo, no creo que exista eso de un mundo de asesinatos, el hombre de la bolsa y la adjudicadora de la organización— Lena miró a Kara fijamente y la rubia carraspeó.
—Por supuesto que eso no existe, continúa leyendo— Luthessa les sonrió a sus madres y ambas se fueron a la cocina.
Lena comenzó a caminar de un lado a otro para después detenerse a ver a Kara, la rubia suspiró mirando a Lena y luego pasó su mano por su cara, sabía que algún día sus hijos iban a leer ese libro porque de algún modo llegaría a sus manos, pero no creía que tan pronto lo leería Luthessa.
— No debiste escribirlo— Lena abrió la nevera buscando una botella de agua.
— No está firmado bajo mi nombre, nunca firmé mis libros con mi nombre— Kara se apoyó de la encimera mirando a su esposa— está firmado bajo iniciales y cuando hice la firma de libros fue algo rápido, sabes que me cuidé mucho con eso— Lena solo bebió de su agua, los pensamientos que estaba teniendo de nuevo los había comenzado a tener desde que se enamoró de Kara.
— No nos pasará nada malo, me entrenaste y nuestras hijas fueron entrenadas por Samantha, la mejor asesina del maldito país— Kara suspiró— no podemos vivir con ese miedo que tienes— Kara se acercó a su esposa y besó su mejilla— han pasado años desde que te retiraste de eso y fue lo más difícil que hiciste, salir de eso fue el peor momento de tu vida— Kara acarició el cabello de Lena quien tenía sus manos en la cintura de Kara— pero saliste de eso y estamos bien— Lena asintió besando la mejilla su esposa.
Lo cierto es que Lena aun tenía sus precauciones después de todo lo que tuvo que pasar, su familia estaba entrenada para matar si era necesario, Kara se vio obligada a entrenar y matar después de que escogió estar con Lena, sus hijas solo están entrenadas para combate y aún así saben usar algunas armas blancas porque Sam las entrenó junto con Alex, ambas para sus familias solo eran ex agentes del FBI al igual que Lena.
Luthessa.
No sabía que estaba ocurriendo en ese momento, solo estaba paralizada mirando la figura de aquella mujer que estaba de pie en mi habitación semi oscura, el cuchillo en su mano tenía sangre y mucha, estaba goteando y la respiración de la mujer se aceleró.
Estaba más que segura que iba a morir, pero la puerta de mi habitación se abrió y con un rápido movimiento la mujer simplemente lanzó el cuchillo en esa dirección, el hombre que intentó entrar en mi habitación cayó inerte en el suelo de la misma, no grité, no lloré, solo me sorprendí por el acto.
