senpai | YuMark |

𝗻𝘂𝗲𝘃𝗲

𝘓𝘦𝘦 𝘔𝘪𝘯𝘩𝘺𝘶𝘬

La repentina calentura que sintió en el momento se había bajado de golpe en el momento en que vio a sus padres por la cámara, joder, siempre había querido que cumplieran su palabra de ir a visitarlo cuando decían, pero en aquel momento de verdad que no quería que estuvieran allí, gimió frustrado, quien sabe que habría pasado si no hubieran llegado, algo muy bueno seguramente, claro que ahora solo podía imaginarlo.

— Mark, mierda, no vayas a mencionar que nos estábamos besando — dijo Yuta echándose el cabello para atrás.

— Claro — dijo cínico — como quiero que me den una plática de tres horas sobre moralidad, tan tonto, senpai.

— Solo no lo digas, Markkie por favor, no quiero que tu madre se lleve un paro al corazón.

— Seguro, senpai, no sabrá que te estas comiendo a su hijo en secreto.

Y le guiño un ojo para escapar directamente a la cocina, escucho a Yuta gruñir a sus espaldas, pero Mark rodó los ojos, claramente no iba a decirle a sus padres lo que había hecho con Yuta, porque simplemente eran sus asuntos aparte no era un tema de conversación, pero sí que le dolió un poco que se lo dijera, no sabía porque.

Ahuyentó aquellos pensamientos y salió de la cocina justamente cuando sus padres entraron a la estancia, hizo cara de sorprendido y corrió hasta su madre, quien lo abrazó con fuerza.

— Oh, cielo, estás enorme — le dijo besándole la coronilla — te he extrañado tanto, no hay día en que no piense en mi pequeño bebé.

Mark sintió los ojos aguadarseles y sonrió — Yo también te he echado de menos, mamá, ya no llamas como antes y eso me hace añorarte cada día más.

— Oh, mi pequeño, Wuhan tiene una pésima señal, siempre que trato de llamarte la llamada no puede enlazarse — dice negando — pero prometo llamarte más seguido ¿te parece?

— Me vendría bien que no te fueras más — pucherea y su madre le toma por las mejillas con delicadeza.

— Ya hemos tenido esta conversación, cielo, sabes que debemos trabajar para poder darte una vida digna...

— Aparte el coche que manejas y la escuela en la que estudias no se pagan solas — dice su padre de manera brusca entrometiéndose en la conversación.

Mark se abstiene a rodar los ojos y con una sonrisa tensa voltea a ver a su padre, Minhyuk tiene una expresión dura en sus ojos como siempre y no le devuelve la sonrisa a Mark cuando la ve, en su lugar bufa y mira hacia otro lado, Mark muerde su labio con fuerza y traga saliva para evitar el nudo en su garganta.

— ¿Cómo estás, papá?  — se obliga a preguntar, el morocho bufa.

— Estaría bien si no hubiera tenido que hacer un maldito viaje de imprevisto de casi dos horas para venir a Seúl — su madre, Mina le da una mirada de advertencia, pero Minhyuk la ignora olímpicamente.