senpai | YuMark |

𝐬𝐞𝐢𝐬

𝘔𝘢𝘳𝘬 𝘯𝘰 𝘴𝘢𝘭𝘦 𝘤𝘰𝘯 nadie , 𝘯𝘰 𝘭𝘦 𝘨𝘶𝘴𝘵𝘢𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘰𝘮𝘪𝘴𝘰𝘴

Era llevar todo demasiado lejos, lo sabía, pero estaba enfadado porque Yuta invitaría a Sicheng y él quería pagarle con la misma moneda o algo así, aunque no estaba seguro de que Yuta lo tomara de aquella manera, pues ni siquiera estaba seguro de que el japonés supiera de su interés por él.

Llamó a Jeno para que le acompañara a la cena y con un poco de suerte poner celoso a Yuta.

Se restregó el rostro, aquello era ridículo, estaba siendo infantil hasta cierto punto, porque sabía que no podía poner celoso a alguien que ni siquiera tenía interés por él, pero haría que el japonés tuviera interés por él, pues él era Mark Lee y nadie se le resistía.

Se ducho y perfumó no en exceso pero si lo suficiente para que Yuta notara el olor a frutos que desprendía su cabello, se puso un bonito suéter rosado que era unas tallas más grandes y unos jeans negros ajustados para resaltar sus bonitas piernas y su trasero firme. Se maquilló ligeramente y se concentró en hacer sus labios más rosados de lo que ya eran, se dio una última mirada y quedó satisfecho, se veía tierno pero, sexy.

Caminó escaleras abajo para toparse con Yuta que estaba poniendo la mesa, Mark camino hasta él y le dio una sonrisa tímida.

— ¿Cómo me veo? — preguntó fingiendo estar cohibido, Yuta sonrió grande.

— Te ves demasiado tierno, Markkie — y se aproximo para tomarle una mejilla — demasiado, el rosa te va muy bien.

Mark quería decir que lo sabía, pero en su lugar se sonrojó hasta las orejas, murmuró un torpe gracias y ayudó a Yuta a poner la mesa. Mientras se movían con perfecta sincronía en la gran isla que era la cocina, Mark pudo detallar a fondo al japonés y no pudo evitar sentir un cosquilleo por el cuerpo. Se veía muy bien, demasiado y solamente llevaba una estúpida camiseta negra holgada y unos jeans del mismo color que se ajustaban demasiado bien a su delgada figura.

El cabello largo le caía por el rostro y Mark quiso saber qué se sentiría tomarlo entre sus dedos mientras Yuta le besaba.

— Escuche que invitaste a alguien — comentó casual Yuta sacando de sus pensamientos a Mark.

— Invité a un amigo, espero no te moleste — murmuró regresando a la conversación.

— Claro que no, es tu casa, pero pensé que cenaremos solamente nosotros — se encogió de hombros, Mark parpadeó dos veces.

— Invitaste a Sicheng hyung, no quería hacer mal tercio — se justificó.

— Jamás harías mal tercio, Markkie, Sicheng te adora — Mark entrecerró los ojos, por supuesto y él también le quería... Pero lejos de ellos dos.